28 de mayo de 2009

La inocencia, Dios y El Buen Salvaje de Rousseau

He llegado a desear no saber. Ser inocente intelectualmente. No haber leído jamás ningún cuento ni novela, no haber visto ninguna película, no haberme tragado tanto comic, no haber escuchado atentamente hasta comprender la letra de las canciones... No historia, no filosofía, no psicología... ninguna teoría...
Una página en blanco.
Escuché una vez que la inteligencia es la facultad de aplicar a la solución de problemas, problemas ya resueltos parecidos. Como desvestir a un santo para vestir otro.
Así, efectivamente, se dan respuestas rápidas, se es eficaz. Aunque tal vez no sean las mejores respuestas posibles. Sólo las más rápidas, las más eficaces. Si necesito vestir a un santo y uso la ropa de otro aunque sea arreglada (sacándole el dobladillo de los pantalones, abriéndole un poco por el lado de la sisa), esa ropa nunca será del nuevo santo, sino vieja ropa del anterior. Y tal vez los santos merezcan tener su propia ropa (¿qué menos, por un santo?). O al menos el intento de hacerle su propia ropa.
Tal vez construir ideas, pensamientos, historias sobre la base de lo que otros idearon o pensaron sea seguir el camino de ellos y no el propio. Seguir adelante y dejar definitivamente atrás todo lo que a los que iniciaron el camino se les pasó por alto.
El mundo se crea con la percepción, pero si aceptamos la percepción de otros como base de la nuestra estamos renunciando a nuestra propia percepción y de esta forma a crear el mundo.
La gente escucha la música de hoy y escucha en realidad la música de los 70 o de los 80 (o de los 40) en la que se basa.
Nihil novum sub sole? O tal vez sea que nos alumbra un sol que sólo alumbra ciertas cosas y no otras, que sólo puede dar luz sobre un determinado mundo, un determinado número de cosas.
Hablemos del bien y del mal. El Árbol de la Ciencia es el árbol del conocimiento. La manzana sirve entre otras cosas para informarte que estás en bolas. Un segundo después aprendes la vergüenza. Un microsegundo después entra un teletipo en la cabeza diciendo que Ella está en bolas. Un segundo después aprendes el deseo, y en su último párrafo cablegrafiado, el amor.
Vale, lo primero que aprendió Adán es el Mal y el Bien. Posiblemente en ese orden. Luego ya dió lo mismo el orden, como da lo mismo cuál es tu primer hijo cuando tienes dos. Están los dos allí, y ambos son hijos tuyos.
Antes de ser bueno o malo, realidades cuánticas, Adán sólo era INOCENTE. Que es lo mismo que decir "nada". Como en el principio. La Nada, el Vacío. Entonces llegó el Verbo. El verbo, que como ya sabemos, es instruido, culto. El verbo viene con toda suerte de ciencias: gramática, semiótica, semiología, sintáxis, caligrafía.... O sea que había nada, alguien habló, el mismo Adán que comió y al hablar trajo consigo la ciencia y, con la ciencia, el bien y el mal.
seguiré después: tengo que ir a recoger al cole a mi hija que se ha puesto mala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)