31 de octubre de 2016

La Verosimilitud, Kubo, los japoneses y el final feliz.

Los que como yo buscan huir de la realidad (sobrevalorada o aterradora o triste o...), acaban viéndose todos apiñados como chinches en aquellas estrechas callejuelas de las historias fantásticas (como magos de primaria en Diagon Alley o, si tienes mala suerte, en Knocturn Alley).

Asombrosamente, sin embargo, ni el más fantástico de los fabricantes de locuras puede, si aspira a llevarnos lejos consigo, separarse demasiado de la realidad.

Es lo que los señores que dedicaron tiempo a hacer Poéticas (cualquiera que escriba las hace, aunque no las ponga por escrito) llamaron VEROSIMILITUD. Básicamente convertir lo imposible en improbable y ser lo suficientemente coherente al hacerlo para ser creíble.
Tienen los autores de fantasía que hacer como todo el que quiere ser seguido (en su intento de guiarnos a otro mundo, el suyo): no separarse demasiado de un contexto conocido, donde estamos todos, y no despistarse corriendo demasiado hacia ese "cualquier otro lugar".
Por eso gasta un tiempo precioso en explicar y justificar. Que sí, afirma, que es posible, que podría serlo... Vale, la gente vuela o le salen rayos de las manos o tiene poderes mágicos, pero luego son sólo gente como nosotros y volar en el fondo no deja de seguir la misma lógica que moverse por el suelo, andando o corriendo. Y las naves espaciales no dejan de ser coches; y el alienígena, un animalito extraño; y lo virtual, real.... Qué ocurriría lógica, natural y previsiblemente si... ?

Y, de todas formas, Umberto Eco, un tío (autor, sabio) que cada vez me gusta más y me descubre más cosas, recordaba que la conciencia de realidad varía en el tiempo y en el espacio, evoluciona con la cultura, y así un medieval leía textos hagiográficos, integrando la milagrería en la vida con una naturalidad que no compartiría un lector moderno. Las Creencias se superponen continuamente a nuestra visión de lo que Es, como un filtro interpretativo que a veces descubre, a veces oculta, revelando al tiempo que mienten.

- También podría plantearlo desde el otro lado:
Me gusta lo fantástico porque lo real no está ahí para estorbar, impidiendo destacar lo importante. El que fabula, el que metaforiza , el que paraboliza (¡jodó con los palabros, jajaja!) no se distrae de lo fundamental, de la esencia, del espíritu detrás de la letra. Y, ya puestos, que no hay nada más falso y más ficticio que lo supuestamente "realista" (lo creo sinceramente y lo dijo, y tiro de criterio de autoridad, mi admirada Nieves Vázquez, sensei suprema). El extrañamiento del contexto hace que resalte lo que es eterno, lo más verdadero de lo real.

Y AHORA, AQUELLO QUE MOTIVA TODAS ESAS REFLEXIONES:

Últimos días, creo, si es que todavía quedan, para ver Kubo, Las 2 Cuerdas, última producción de la factoría de animación Laika (que hizo los Boxtrolls o Coraline o Paranorman). Últimos días para recomendarla, porque es una preciosidad desde el punto de vista visual. Exuda creatividad y buenas intenciones...
Pero (y aviso que para comentar el gran "pero", puesto a ver alguno, revelo parte del final, así que el que no quiera que no siga leyendo, pero es precisamente el núcleo del comentario)



Tenemos un cuento de hadas japonés, con elementos de aquellas historias de fantasmas y demonios, incluyendo las hermanas estrellas (como Kuchisake Onna), la luna fría, el samurai ... escrito por occidentales.
Pero no estriba aquí el pero, que igualmente se podía recordar que Kwaidan, compendio de folklore narrativo nipón, lo escribió un griego hijo de irlandeses (británicos), Lafcadio Hearn. naturalizado japonés.
El guión de Kubo es obra de occidentales (Chris Butler y Marc Haimes), hecho para occidentales,... y para niños.
Y eso se traduce en una necesidad que un japonés no tendría: el de dotar a la historia de un final feliz.
Quiero decir, lo que para el occidental moderno que prepara un producto para niños se presenta casi una obligación inexcusable: el happy ending; en el caso japonés, no. Casi se podría decir que todo lo contrario: ¡cuántos relatos son puro drama, desgracia!, ¡cuántos acaban como el rosario de la aurora! Hasta  shonen como Naruto, Fullmetal Alchemist,... (y podría empezar desde aquel clásico Akira de Katsuhiro Otomo para seguir por Ghost in the Shell hasta llegar a Gurren Lagann, con esa Nia que se desvanece y Simon vagando) se desenvuelven entre el fatalismo y la pérdida, se explican desde esos sentimientos de melancolía e inevitabilidad de la desaparición (...y eso por no mencionar otros que tiran, dicen, directamente a seinen, como Death Note).

Creo que los creadores se daban cuenta de la dificultad, de la paradoja encerrada, en su empresa: 





Pienso en aquella Guía Ilustrada de Monstruos y Fantasmas de Japón de Toriyama (un Toriyama tres siglos anterior al autor de Bola de Dragón), en ese itsumade, ave extraña carroñera que se ceba en las plagas, y en su parecido con el monstruo final, dragón como escolopendra, de Kubo.  


Éste que menciono, Toriyama Sekien (1712-1788), cuenta la Wikipedia que era artista de la impresión del género ukiyo-e, palabra que deriva de otras dos: tristeza (uki) y vida (yo), como en mi segundo ejemplo de este tipo de ilustración donde se ve (como en la película) barca agitada por mares embravecidos.




 













UNA VARIANTE POSIBLE:
Sugiero una idea que comentamos mi hijo y yo a la salida del cine, hermenéutica sacada del sobaquillo, o variante imaginada con moraleja.
¿Y si...?: ...Kubo y su abuelo-luna eran una misma persona en realidad (mismo ojo ciego). Abuelo aquejado de altzheimer, demencia senil, olvida. El pueblo, agradecido por todas las historias que ha recibido de él a lo largo del tiempo, le devuelven ahora su propia historia, la del joven Kubo, la de un hombre fundamentalmente bueno, que les ha acompañado siempre. El anciano recupera en la comunidad, por la comunidad, esa humanidad que ha perdido, esa frialdad de noche, distanciamiento. Nos gusto el ¿y si...? y aquí os lo dejo.

Pero o no pero, película que disfrute como un enano.


 NOTA: sobre la verosimilitud, algunas citas de aquellos que tuve que leer para Teoría de la Literatura, como: 
ARISTÓTELES:más vale elegir cosas naturalmente imposibles, con tal que parezcan verosímiles, que no las posibles, si parecen increíbles. 
HORACIO: A la Naturaleza, que el modelo/ Es de la humana vida y moral trato;/ De cuyo original salga una copia/ Con la expresión más verdadera y propia. 
LOPE: [Guárdese de] imposibles, porque es máxima que sólo ha de imitar lo verisímil. 
ECO: es indudable que, al lector antiguo, la historia de Caperucita Roja le hubiese resultado verosímil porque hubiese concordado con las leyes del mundo "real".

25 de octubre de 2016

Fumando.........

Un último cigarrillo
Un día más sacaron al condenado de su celda. Cada día un poco más de allá que de aquí, más consumido, macilento, demacrado. Se transmutaba progresivamente en cadáver. Sabía que no iba a durar mucho más.
En el patio, el pelotón le rodeó.
- Fuego.
- ¡Esperen!,... ¿no tengo un último deseo?
- Diga.
- Que me peguen un tiro.
El sargento sonrió, negando con la cabeza, como ante una broma.

- Fuego.
Uniendo sus palabras a sus actos le encendió el cigarrillo, y el prisionero aspiró en un sorbo estrangulado, con ansia de adicto, su propia muerte.
(parábola de rafarrojas)


Una de las razones por las que no voy más al médico es porque ¿a quién oño le apetece ir a que le echen la bronca?: "Es usted idiota... desde luego, qué mal hace!... eso me lo está dejando ya... fíjese cómo tiene usted los pulmones..." etc. Ir para que te calienten la oreja, que te dé la charla un completo desconocido que además te mirará con esa mezcla de reconvención regañona, moralidad superior del sano-saludable. Mismamente mi madre emboscada cuando llegaba tarde, afeándome la conducta por desordenado e inconsciente y desastre....

7 de octubre de 2016

Intermedio- Visite nuestro Bar (y no se olvide de probar la nueva bebida más divertida!: Pragmática)

¿Os queréis creer que no escribía en el blog porque estaba estudiando Pragmática como si fuera Literatura?
... ah!, ¡cuán bajo hemos caído!, dice esa parte de mí que se siente impura cuando trata con algo de lengua. Pero: es lo que hay (haber aprobado más). Y, seamos sinceros aunque cueste, a ratos me engancha un poco, como cuando te ves bailando una canción que juras y perjuras que no te gusta, que la detestas por hortera, pero ahí estás! llevando el ritmo inconscientemente con la cabeza y la medio sonrisa del que está en actividad placentera.
A ratos pienso que debería librarme de mis prejuicios, que me estorban y me hacen infeliz, porque la fonología histórica tiene gracia y es ilustrativa, y análisis de español coloquial es útil para dar luego clases a guiris de español "esto es lo que realmente decimos y no las gilipolleces que ponen en los manuales de gramática: de perdí'os al río, no ni ná, aro aro, etc..."
Y bueno, es comunicación, una vieja conocida. Como una abuela que al levantarse del sillón se pee, pero oye! que sigue siendo mi abuela, y no es mala gente aunque no se entere de gran cosa y confunda nombres y los cambie al buen tún-tún.

No, no voy a decir nada bueno de la sintaxis, que me sigue pareciendo el refugio de tanta gente gris y al mismo tiempo autoritaria, purititos burócratas del sistema, comisarios políticos, los cien mil hijos (simples) de San Luis intentando imponer el antiguo régimen absolutista, casposos conservadores, presumidos pelucones sin gracia... Etc. No he llegado hasta ese punto, y todavía no he encontrado un amante de la sintaxis que me convenza de lo contrario.

Al final es cierto que sólo nos interesa aquello por lo que nos interesamos, así que la inteligencia dicta que nos interesemos por todo lo que podamos para que haya más cosas interesantes en nuestra vida.
Claro que luego cuando intentas explicárselo a alguien que se encuentra en tu posición inicial de rechazo ("pruebe esta delicia culinaria del Senegal: escarabajo frito al pil-pil"... "¿y no tienes otras tapas?"), descubres que no atinas tampoco tú a resaltar lo interesante de lo que decían unos y otros sobre los performativos.... A lo mejor no es posible. A lo mejor se tiene que pasar primero por un proceso de auto-sugestión, auto-hipnosis, mirando fijamente las rayaduras de coco que han dejado insignes maestros para tí, hasta apreciar la maravilla de tener un microcosmos en la uña del dedo meñique.

Pragmática tampoco es tan dura. Sólo hay que tragarse lo que dijeron
- Morris y Cranap, (*luego he visto que es Carnap, pero aquí estoy disléxico perdío como mi abuela, jajaja) primeros, que había más cosas en el cielo y la tierra de las que explica tu gramática (y eso es pragmática). Lo que dijo
- el chalao (o genio) de Wittgenstein, del que supondré que es genio porque fue aprobado por Bertrand Russell, y un filósofo nunca es tan insulso y banal como un lingüista (aunque a cambio resulta con cierta frecuencia mucho más difícil de entender y seguir, que los filósofos son los contorsionistas de las ideas y requieren extra de agilidad y de flexibilidad mental). Sólo tiene significado la palabra que se usa, q lo cobra cuando se usa. De lo que no se puede hablar, lo inefable, lo superior a nuestra capacidad mental, no se puede hablar, porque no hay pensamiento que piense la palabra que necesita pronunciar para ser pensado, y así llegamos a la mística-metafísica del que disfruta en la incomprensión verbal, psicodélico cielo.
- Uno de Oxford (UK) q acabó en Cambridge (USA), Austin, que se inventó la teoría de los actos de habla e impuso la racionalidad/practicidad del discurso legal-jurídico (sí, existe) a la reflexión sobre lo que se hace realmente con las palabras mientras la ralea gramática dice que debería estar pasando otra cosa (porque lo dicen la sagrada ley de la sintaxis y la semántica, revelada a su profeta en un monte con zarzas, desierto inhóspito).
- Un recopilador general, Levinson, y otro español, Gutiérrez Ordóñez, que haciendo los dos repaso de lo que dijeron otros, según afirman uno es brillante (el extranjero) y el otro sólo un amanuense que no aporta nada. Y yo todavía no tengo pruebas ni de una cosa ni de otra, y ya podemos discutir si Carl Sagan era un divulgador necesario, científico que hacía ciencia para todos, o un rolleras que "no aportó realmente nada".
Y todavía no he hecho más que ojear, habrá que leer a Grice que hizo reglas, pero no son tan vacías como otras definiciones de gente de lengua, que creo que si levantas la alfombra polvorienta de sus máximas, verás debajo lógica de verdad y razón y sentido común. Y esos dos (serían pareja? pareja de nerds, que siempre tiene bula papal para ser profusos y a ratos cargantes) Sperber & Wilson y su teoría de la relevancia. Y el trío de mujeres hispanas: Escandell Vidal, Graciela Reyes, y Bertucelli Papi (who's your daddy? inevitable chiste malo)...
En fin, que recién empiezo, pero el objetivo es saber. Aunque luego las conclusiones que saque no podrán ser utilizadas para las prácticas, porque como siempre ocurre en las lenguas, lo que se busca es que las respuestas coincidan a la letra con el catecismo ("eres comunicación?" "si, soy comunicación por la gracia de lo oral"... y ¡a tomar por con lo que escribieron los poetas, que esos no comunican ná de ná!... ¿acaso tienen una E1: delante del verso? no? pues eso)...
Respuestas, trabajos, argumentos fundados, dicen, que es otra forma de avisarte que no vayas de listillo ni pretendas reinventar la rueda, que doctores tiene la iglesia fundamentalista-estructuralista, y  el pensamiento distinto (ellos pueden inventar términos o teoría a miles por segundo, pero no el estudiante), lo nuevo, lo creativo, lo que no copia sino refuta, te lo guardas para esa mierda blog q tienes que no lee nadie, :   )
Ennnnn fin, seamos positivos: Viva la Pragmática!, la menos fea de esta fiesta de los horrores, vampiros y muertos vivientes de Polanski.
Ya os contaré lo que razone sobre esta materia, por si tenéis curiosidad (y aunque no, aquí quedará, :  ))