Cada persona tiene un sabor particular, mezcla de características personales que le condimentan y le hacen dulce o salado o ácido o amargo. Somos como Pacman, el comecocos, corriendo al encuentro de los otros, a comer y a ser comidos. Mira esa novia como chupa lentamente a su novio. Se le va derritiendo él poco a poco entre los dedos. Da sus lametones lentos, abstraida, y todavía con hipnotizada delectación. Y mira aquellos otros: él ha mordido un trozo grande de ella, demasiado grande, y ahora está tosiendo, atragantado... Tío, tómate las cosas con calma, sin prisa, ¡si apenas os acabáis de conocer! Aquel otro también dió un mordisco a su compañero de trabajo y de pronto ha notado... agh, qué es esto?... gusanos!, envidia o coléra o.... sentimientos como gusanos asquerosos retorciéndose bajo la cáscara.... ¿se puede ser tan cutre?... desde fuera parecía su compañero tan majo, tan normal... con su superficie brillante incluso, que clamaba "cómeme"...nunca se puede saber....
Cada persona sabe a algo distinto: algunos como chicles que tienen mucho sabor durante diez minutos, 3 días, una semana... pero luego se te hace largo tanto mascar, tanto mascar, ya sin sabor, sin aliciente, como si fuera un chicle de goma o una goma de mascar de chicle, neutro, blando, soso....
Y otros son como comida exótica, especiada y difícil de definir, cada bocado una sorpresa y el reconocimiento de la diferencia, de lo extraño. ¿Quién habría dicho que ese pensamiento podría ir bien sazonando esa carne? Pero sigue siendo cultura extraña, con la que no estás comodo, no puedes estarlo (te vas de bareta o te haces excursionista... algo te ha sentado mal)
Todos podemos ser postre. Siempre hay un roto para un descosido y un soltero para una muerta de hambre. Todos queremos picar entre platos, y comer más, y soñamos con poder atiborrarnos...
Lo normal, desgraciamente, es pasar hambre. Hambre que distraemos con comida rápida, comida basura, amigos que no lo son realmente, gente que no nos importa y a la que no le importamos nada.... En cualquier momento nos retirarán de su plato como guisante que no tienta
del ragout.
Vaciada
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Lo de fases del duelo de Kübler-Ross muy bien tirado, muy acurate, pero yo
creo que le falta una: la del vacío absoluto. Cuando el dolor ha sido tan
inte...
Hace 20 horas
Hey, buenas! No he tenido tiempo de entrar a agradecerte la entrada que me dedicaste, así que lo hago ahora gustosamente *u*.
ResponderEliminarReferente a lo que escribiste, estoy de acuerdo, todos tenemos un sabor diferente, que yo llamaría especial... :)
Gracias por leerme, una vez más.
igualmente, : )
ResponderEliminartotalmente de acuerdo contigo, hoy en día la gente tiende a comerse y beberse la vida com suma ligereza, especialmente la 'tierna' juventud, que con 18 años han hecho ya todo lo que tu y yo habremos hecho con bastante más edad... y yo me pregunt ¿que eran esta sarta de niñat@s cuando tengan 30 años? ¿inmolarse en la puerta de tele 5? no, si la culpa es siempre de otro...
ResponderEliminarun abrazo y espero verte mañana en las clases, se hecho de menos tu presencia (y tu gaseosa bebida) el viernes pasado.
Un abrazo (Fran)
totalmente de acuerdo contigo Rafa, parece mentira como la gente, especialmente la más 'tierna' juventud se comen (y beben) la vida a 'tragantas', no se que coño van a dejar para cuando sean más mayores... los veo a todos con 30 años inmolandose en la puerta de tele 5 echandole la culpa a otros, ya sabes, muy español todo... pero en fin, es su vida, si no saben dosificarla alla ell@s...
ResponderEliminaren fins, se te hechó de menos el viernes pasado, a ver si vienes mañana hombre que quedan solo dos clases!!
FRAN (wyrdless.wordpress.com)
hola, Fran...
ResponderEliminargracias por la visita. He dejado los dos comentarios porque en el segundo viene la dirección de tu blog (y q me he quedado con la curiosidad, después de leerlo... ¿te liaste con una ucraniana, o qué?)