6 de julio de 2009

depresión, antihistamínicos

¿Y si a Kierkegaard (u otro de esos filósofos deprimidos o de la depresión) le hubieran criado con Disney? Con la cantidad suficiente de Disney al menos para hacerles dudar de su percepción de esa oscuridad que rodea nuestras vidas (las suyas)...
Habrían tal vez impedido que llegaran a escribir, a dar forma perfecta a sus teorías.... No habrían tal vez impedido que aquí y allá se vieran aquejados de repentinos ataques, como súbitos pinchazos de la conciencia, que les advirtieran de que la realidad era otra, más negra, más dolorosa.
Hasta ahí acertaba la película de Matrix, que vivimos en un mundo que se empeña en negar la mayor, enmascarar su parte más dolorosa. Forrados de antihistamínicos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)