17 de octubre de 2010

La Verdadera Historia de Cómo Aquiles Terminó Comiendo en El MacDonalds, elucubración de rafarrojas

Leí una vez que Tetis (*nombre de nereida sólo comparable en su ignorancia de nuestra idiosincrasia hispana a los de los coches japoneses Nissan MOCO, Mazda LAPUTA y Mitsubishi PAJERO), Tetis, madre de Aquiles dió a elegir a éste entre una vida corta y gloriosa ...o la otra.
Aquiles pidió más detalles sobre la vida larga, antes de tomar su decisión definitiva.
Su madre entonces, con cierta reluctancia, le explicó que conocería a una buena chica con la que tendría una relación que comenzaría siendo romántica, como expresión sublimada del deseo sexual entreambos y también en parte como consecuencia del secreto complejo de inferioridad de Aquiles que le hacía verla a ella revestida de un encanto idealizado como más alta, más hermosa, más. La relación sería luego un encoñamiento de libro, muy entretenido y sostenido con el robo: robo de besos, robo de tocamientos apresurados y sin mucha consciencia de qué se tocaba, robo de polvos en sitio oscuro y a salto de mata... robos todos a la vergüenza, al tiempo, y creían que a la realidad. Con todo el sabor y el encanto de lo chapucero e improvisado....
Después llegarían los churumbeles, dos, y tan normales como sus progenitores, así que, avisaba Tetis a su hijo, que no pensara que ellos iban a ser una forma de tenerlo todo: lo que no pudo por sí suplido con lo que ellos llegaran a hacer con su apellido. Le darían satisfacciones, sí, y serían profundas, pero demasiado íntimas como para poder vanagloriarse de ellas, alardear ante los amigos, fundar fama; y disgustos y vergüenzas, y ésas parecerían estar a la vista de todo el mundo, como heridas abiertas... aunque al final serían igual de íntimas y secretas. Porque la vida de Aquiles, fuera de los focos, no sería destacable de ninguna forma. Los domingos al MacDonalds, o llamar al Telepizza. Y quizá una obra teatral proyectada en una pantalla, hecha por guionistas, directores y actores semejantes a él en su incapacidad de dejar recuerdo alguno. *Tal vez eso sea lo que ocurre con los seres normales, que nunca llegan siquiera a relacionarse con seres extraordinarios, no sea que dejen de ser corrientillos y normalitos.
...cine comercial, comida basura comercial, la televisión-opio del pueblo, alguna libación con los amigos...
Patroclo también se hace viejo como él, es el premio de consolación de esta vida, aunque por terminar de decirlo todo, crece para desarrollar manías y rarezas. Porque todos nos volvemos "particulares" con los años, y las relaciones se hacen más difíciles. Como las espadas. Las espadas de los héroes brillan. ¡Es que no les da tiempo a oxidarse! Y si quieres conservar su cortante borde, habrás de ir afilandola que es en definitiva ir arrancándo moléculas de su filo mediante la erosión contra una piedra. Así que al cabo de un tiempo, digo yo, que la espada estará afilada, sí , pero reducida al tamaño de un abrecartas o un estilete. Y las cosas ya no tienen ese olor a nuevo: ni la espada, ni el coche familiar monovolumen, una orgía de pruebas para un csi aburrido en una sucesión estratificada de rutina y cotidianeidad ("jefe, he encontrado una fibra de un vestido... de Zara, colección de verano del 2006, pero lo llevaron durante bastante más tiempo del que está previsto que uno se ponga estas cosas.... y por el olor, de tensioactivos aniónicos, que parece provenir de una marca blanca de las de Cutrinente, lavado con frecuencia para servir como ropa de batalla.... yo creo que la víctima probablemente sea de clase media, clase media-baja, clase vulgar, clase del montón...). Aquiles y su mujer vivirán lo suficiente para dejar de oler a nuevo, para sufrir tendinitis crónica en el talón él, y de piorrea, o de halopecia, cualquiera de los dos, u otras formas diversas e imaginativas de expresión de la entropía. Hacia la pérdida y la decadencia, sin pasar por la gloria previamente y sin cobrar las 20.000 pesetas.
Y aunque no dejarían de quererse en un sentido lato del término, dilatado como sus cuerpos (de apolíneos a dionisíacos), su amor ya no tiene aquella característica de todos los descubrimientos, que recién descubiertos son todo expectación y esperanza, no sabes si desembarcas en isla diminuta o continente, si el dato hallado es utilísimo o sólo válido para partida de Trivial con Patroclo, no sabes con qué acabas de topar. Su amor, al final, tal vez no dé pie a que alguien componga una canción o un poema, o si lo hace lo cantará uno de Operación Triunfo y se borrará con el mensajero, que si el de Maratón no hubiera muerto habría envejecido sin gloria, porque la única gloria es morirse en estallido, en salpicón de vísceras, o echando el bofe, lipotímico, tras avisar que los persas se han ido a freir puñetas.....
¡Corre Aquiles a Persia con tu talón débil y llega jadeante para preguntar "¿qué ha pasado?¿me he perdido algo? ¿me habéis guardado gloria?"o quédate a aprender a vivir, sin que ese conocimiento te haga más grande o más sabio sino sólo más viejo! Vive para amar anónimamente, a veces blándamente. Inerme, inane, ineficazmente. Sé uno más en la marea de borregos que caminan porque es lo que toca, lo que hay, "y tú que sabes leer ¿lo que pone ahí es matadero?", "yo no sé leer" "yo tampoco, pero me han dicho que hay un sitio en internet donde explican que el obama es tan malo como el bush y que son pastores que nos llevan allí por sacar dinero" "hay pruebas de eso", bala otra, "mientras nos preguntemos esas cosas significara que somos más que borregos", tercia una cuarta....
Y que no te engañen, que no es mejor ser ese borrego aburguesado envuelto en lanas y preparado para ser trasquilado por el consumismo y sus pastores políticos, que ser lemming, emo amante de muerte gloriosa, que los lemming van muchos juntos pero como individuos a morirse al intentar conseguir algo que está fuera de sus posibilidades, cruzar el océano, llegar al otro lado.
Aquiles, venga, decídete: ¿quieres esa mañana de domingo o no?

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