Hola, visita.
Me pillas en bata de guatiné y zapatillas de andar por casa. Y si ves todo revuelto y desordenado no es porque yo sea así siempre (o bueno, sí). Es que hoy por fin me he decidido a dar el salto y meterle mano al diseño del blog, empezando por esta cabecera que hizo para mí mi preciosa hija Clara(quedaos con su nombre porque, de aquí a 20 años, seguro!, si no dirige el Universo, será archifamosa y superconocida por su trabajo en el campo que ella elija... Y, en todo caso, será -lo es ya- una persona a la que merece la pena conocer).
Y como siempre me quedo en pleno salto, como mi lider espiritual, espejito mágico en el que me miro y de quien reproduzco la imagen a la que estoy imitando:
ahora ya sólo queda terminar (o dejarlo así, a medio camino)
Say not a los rapapolvos curativos
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Todos sentimos impotencia cuando vemos mal a alguien que queremos. Nos
duele que esté así, nos cabrea no poder remediarlo y se nos hace muy
difícil enten...
Hace 9 horas
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Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)