- ...Tú no eres de ahora. ¿De cuándo eres?
- Jajaja, ¿lo dices por el acento?
- Sí
- Soy de los ochenta.
- Ya me parecía a mí. Yo habría dicho que, de los ochenta o, todo lo más, de los setenta.
(El así interpelado calla, aunque en el fondo piensa: "Qué ignorante! Como si los ochenta y los setenta tuvieran algo que ver". Se olvida de que para este lugareño del segundo milenio, tan satisfecho de su sagacidad, este lugareño que apenas ha salido de su pueblo en libro o en cine, los ochenta son exactamente igual que los setenta, algo del lejanísimo y extranjero pasado).
Los originarios de los 80 somos inmigrantes en esta época, habitantes de segunda. Las reacciones de la población autóctona van desde el franco desprecio, "viejo!", hasta la pretendida buena voluntad (y como en el ejemplo mencionado ya, un total desconocimiento) "¿qué más da la edad?"
Pero sí da.
"¿Tú te casarías con un hombre de los 80?... ¿Dejarías que tu hermana lo hiciera?... ¿no? ... Pues eso."
Seamos realistas. No es sólo cosa de ellos. Somos nosotros mismos, también, los que pasamos de integrarnos. En el fondo, como a ellos, nos pueden los prejuicios, la arrogancia. "No se ha hecho música buena desde mi época: ¿te atreverás a comparar a los de la movida madrileña con los grupillos de chichi-nabo de ahora?... Sí, que La Quinta Estación es comparable al Nacha Pop de los conciertos en la Facul... Anda ya!" "¿Pereza no ese par de tíos que cantan imitando a Tequila?"... Sigue poniéndonos el Thor de Simonson y la Patrulla X de Claremont (nada de X Men). Mazinger tenía gracia, ("fuego de pecho!") no como One Piece. ¡Y lo buena que está Michelle Pfeiffer!, dices (dilo más alto, que en breve ni tú ni ella lo oiréis, a no ser que grites y subas el volumen del audífono.... que tiene ya 52, tío....)
Etcétera.
En el coche suena Kiss Fm. Es el equivalente a meterte en un tugurio, "Pasapoga", pensado para chicos traviesos del Inserso que quieren bailar agarra'o. Nos rodeamos de cosas que nos vinculan inevitablemente con nuestros origenes, allá por... Nuestras raices. Atrincherados, aislados en nuestro ghetto, como jamaicanos viviendo en un barrio donde las peluquerías hacen rastas, los bares ponen ron y reggae, las tiendas de alimentación venden papaya para chutney y merey del diablo, y los niños corren descalzos mientras los padres se fuman una trompeta...
O también puede que, oh, dios mío!, peor!.... no te des cuenta, que creas que éstos son también tus años. Pobrecito mío! "Si juzgamos sabiamente daremos lo non venido por pasado". Nosotros juzgamos lo pasado como presente, creemos que somos tan jóvenes "como los jóvenes de hoy", que somos chavales (con goteras, con achaques, pero chavales)... Y no lo somos.
Ayer era un salido de lo más normal, un pajillero como todos los demás, como corresponde, como no podía ser de otra forma. Las hormonas, ya se sabe. Y hoy de pronto, lo correcto, lo ajustado, está fuera de sitio, de tiempo. Ahora soy "viejo verde". Coño, pues ¿qué iba a ser! No se nace moreno y de repente se convierte uno en rubio de la noche a la mañana. Eso es bote (ficción, fingimiento). Yo nací verde, crecí verde, soy verde.
Peter Pan se acerca a la Wendy de turno, como ha hecho siempre, y la Wendy va, coge, se pone y dice, mirándole con cara de asco: "Wendy era mi abuela, viejo asqueroso!". Peter Pan, el de la calva incipiente, se va volando con precaución (q la última vez que hizo ese giro de 360 grados en el aire luego estuvo tres días con lumbago).
De repente aquello del libro del Eclesiastés (3:08) que cantaban los Byrds "To Everything (Turn, Turn, Turn) there is a season (Turn, Turn, Turn) and a time to every purpose, under Heaven" tiene otro sentido.No es,como creía antes, un mensaje de esperanza. "No te preocupes si no ligas (fue mi caso hasta los 17), todo llegará", sino un aviso admonitorio "cuidadín, cuidadín, q te sales de plazo, que se te pasa el arroz, q hay un tiempo límite para cada cosa y tú ya no puedes hacer esto ni lo otro ni lo de más allá....."
No estoy dispuesto a ser una fashion-victim. Pero la Moda es, como dirían en los comics de la Marvel, "el enemigo más poderoso con el que jamás me enfrenté". No es una mera cuestión de ropa. Es lo que cubre todo. La decoración de la casa (¿se siguen llevando esos baños con teselas de muchos colores?" "este año es el año de los agarradores de acero cromado?"). Los deportes "¿qué se fizo de los infantes de Aragón y del squash?... ¿me compró la raqueta de paddle?"). Los aparatos "vete olvidándote del Tom-Tom, que los navegadores con gps ahora vendrán incorporados en los móviles" "¿dvd o blue ray o un disco duro multimedia externo que metes por usb?". Y lo que es peor, la moda interna, la más exigente. Lo políticamente correcto. Lo coyunturalmente correcto. Hoy hablamos del rainforest y la selva del Amazonas, mañana del agujero de ozono, ahora de calentamiento global, luego de .... Hasta los valores son sujetos de moda. Antes eran los niños del Congo, luego de Biafra, luego de ... Las modas académicas "este año lo más "in" es el estructuralismo.... no, el cognitivismo...". Este año hay que prestar mucha atención al desarrollo madurativo en los procesos educativos. No, no, ahora es importante que todo sea muy significativo, lo memorístico está out.
Casi me dan pena los sociatas. Ayer defendían jubilaciones tempranas y ahora se ven obligados a decir diego, donde dijeron digo, y defender el maravilloso retiro a los 65.
Me darían pena, si no fuera porque estoy convencido de que para ellos no supone ningún problema cambiar de discurso o de teoría. Viven así, con un ciclo más vertiginoso de nacimiento y muerte que el de las moscas de la fruta. Es su naturaleza.
Y así, charlando, charlando, me voy haciendo viejo...
Vaciada
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Lo de fases del duelo de Kübler-Ross muy bien tirado, muy acurate, pero yo
creo que le falta una: la del vacío absoluto. Cuando el dolor ha sido tan
inte...
Hace 21 horas
Claramente los tiempos cambian, y las modas influyen pero igual que lo hacían en tu juventud, donde molaba la movida madrileña, ahora se sitúan los botellones y una infinidad de tribus urbanas que han ido diversifcándose. Creo que todos sentimos el paso de eso que llamamos tiempo, y sobre todo tomamos conciencia de ello cuando de repente nos sorprendemos un día crticando con nustros amigos a los niños de hoy en día y soltando la típica frase de "en mis tiempos esto no era así"... Es cierto que todo llega y que todo pasa pero bueno, eso es al fin y al cabo la vida, no?Y en el fondo si has disfrutado cada momento y tu espíritu sigue siendo joven (aunque más maduro por las experiencias que haya podido tener en todo el tiempo vivido) ¿de que te puedes quejar?
ResponderEliminarSupongo que como dice Fito "lo que me llevará al final serán mis pasos no el camino", por tanto lo importante no es a dónde llegas sino cómo llegas. Y eso va a estar marcado por tu propia forma de ser, que por muchos años que pasen, siempre hay una esencia que se conserva (aunque si eres listo habrás mejorado algo con el tiempo), por lo que si fuiste un joven verde, serás un viejo verde, estoy de acuerdo con eso :)
PD. Lo que puede surgir de una conversación cualquiera al volver en coche del máster...