12 de abril de 2013

Humor Amarillo o pagar por el cine.

Quiero expresar mi indignación ante las descargas gratuitas.
No es justo.
Pienso en aquellos estudiantes que para costearse sus estudios acceden a probar fármacos que, entre otras cosas, pueden hacer que se les caiga la pilila a trozos.
Y luego pienso en películas de las que se autodenominan cine independiente. A saber, The Room, 2003, película "defecada" por un tal Tommy Wiseau.

No tiene desperdicio....
Toda ella ES un desperdicio.
Y vuelvo a preguntar: ¿no creen que alguien debería pagar por eso? quiero decir, al espectador, que puede sufrir diversos males durante su visionado: náuseas, dolor de cabeza, convulsiones, ... Un uso prolongado de la cinta puede provocar ceguera, deformación del cerebro y licuefacción de la materia gris.
Claro que deberían pagar porque alguien descargara su película.
La única opción, lo único que puede salvar a esa especie de bodrio en fotogramas es hacer con él lo que ha hecho thatguywiththeglasses.com. Algo semejante a lo que hacía aquel programa de televisión, Humor Amarillo, donde la gracia no estaba en ver a unos tipos golpeándose estúpidamente sino a los dos comentaristas haciendo chistes a su costa.
Bueno, pues si queréis reiros un rato podéis verlo en la página del pollo con las gafas.
Y si no os creéis lo que refleja, podéis encontrar también la peli en Youtube.....
Increible pero cierto!
Y hay quien sigue defendiendo las descargas gratuitas....! 

1 comentario:

  1. A priori no me atrae. En cuanto a descargas gratuitas soy casi de la vieja escuela pero no tanto. Prefiero ir al cine y pagar o comprar libros y comics y todo eso. Cuando estoy sin blanca no me sirven esos principios así que caigo en la descarga. Como no pase la crisis se va a perder la costumbre de pagar por cualquier cosa que no sea comer o comprar drogas.

    ResponderEliminar

Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)