En ocasiones pasa con las conversaciones lo mismo que con las borracheras. Te pasas la mitad del tiempo intentando conseguir una, meterte en ella... y la otra mitad, intentando salir. Y es entonces, al final, cuando te preguntas mirando a tu interlocutor con mirada turbia o apoyando la cabeza en la baldosa blanca del asqueroso urinario "¿cómo coño me he metido en esto?"
(como siempre, saludos del autor de esta reflexión q no va a ninguna parte, rafarrojas)
De cartón piedra
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El decorado del piso de Monica y Rachel en Friends no tiene atascos en el
fregadero, porque no hay tuberías. Tampoco les preocupa que llegue buena o
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Hace 13 horas









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Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)