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10 de junio de 2015

ESPAÑA EN LAS CARTAS MARRUECAS DE CADALSO: Montando el puzle. La resolución de las paradojas (por rafarrojas).

El quinto y último de los trabajos del XVIII es éste de  Reseña Crítica sobre el Tema de España en Cartas Marruecas. Otro para el rincón del vago, fabricado (cómo no) por vuestro amigo y vecino, rafarrojas. Si queréis ver los anteriores los encontráis a un clic de distancia en:
2. Sobre un sainete de Gutiérrez del Castillo. (al final, como no sé controlarme, revisé unos cuantos) 
3. Sobre un poema del XVIII a elegir (y aproveché y hablé también de otros cuantos)
4. Sobre algunos ensayos de los de la época.
Ya me diréis que os parece este 5 
(Al final será sólo S. y tal vez Sergio DS y con suerte alguno más... De hecho, no creo que se lo lea ni el profe al que están destinados, jajajaja).
 Como siempre, el rollo de pasarlo al blog ha sido decidir qué hacer con las notas al pie, y al final las he integrado, aunque me parten un pelo el discurso



 
«Yo no soy más que un hombre de bien, que he dado a luz un papel que me ha parecido muy imparcial, sobre el asunto más delicado que hay en el mundo, cual es la crítica de una nación»

1. IDEAS (PREVIAS PERO INELUDIBLES)-
 Feijoo, ese señor de babero benedictino que creía que la razón puede penetrarlo casi todo, se atrevió a explicar aquello que decimos todos -“tiene un noséqué”- al juzgar algo bueno-bonito pero no saber justificar nuestro gusto.
Para Feijoo, los objetos se dividen en simples y compuestos, y ese no-sé-qué que nos salta a la lengua al describir la hermosura de algo que juzgado por sus partes no lo es tanto, es “la misma composición [...], la proporción y congruencia de las partes que los componen”.
B.J.Feijoo. “El no sé qué”. Tomo IV. TCU

Cadalso me ha resultado objeto compuesto.
Compuesto de afirmaciones que suenan antitéticas en ocasiones, como paradojas aparentemente no resueltas.
Eso que Jesús Gómez llamaba “ideas sueltas”, “orden no sistemático”, “estructura fragmentaria” como características del ensayo , siendo todo muy cierto, no sé hasta qué punto es aplicable a Cartas Marruecas. "Carencia de estructura prefigurada o prefijada: utiliza una lógica particular fundada en la asociación de ideas y el juicio de valor. Su estructura es digresiva, llena de ideas sueltas. Por lo tanto el orden es no sistemático y con frecuencia su estructura fragmentaria.”
Los seres humanos tendemos a ver patrones, continuos, incluso cuando no los hay. Y, para mí que no eran ideas sueltas las de Cadalso, aunque las
pusiera en 90 piezas. Y hay orden, si bien es el orden-desorden propio de un ente orgánico, como objeto de estudio de Edward Lorentz y la Teoría del Caos“Ningún método que el mundo guarda en sus cosas, [...], así también yo quiero escribir con igual desarreglo”- Carta XXXIX : su estructura, la propia de un “sistema complejo”.

UNA entidad multifacética.
Y su descripción, perspectivista, desde mil puntos de vista.

Y en mi opinión más que en ninguna otra de las cuatro realmente conocidas (Ocios, Noches, Eruditos, Cartas) de Cadalso, las C.Marruecas reflejan esa unicidad en la diversidad.
-Ocios es juventud (aunque sea recordada), y anacreóntica y rococó.
 -Noches, extremosa y sentimental e imitativa de Young y ... (algo Tediosa-Tediato).
-Eruditos, ejercicio de sinceridad en sátira, desahogo en burla.
Pero las Cartas Marruecas es un supermegamix con un poco del espíritu de cada una. O sea, para mí que en extracto y esencia el mismísimo complejo Cadalso.

Y su punto de unión, la ligazón, su amor por España: que se expresa a ratos
en bucólica idealizada (tal Ocios),
a veces destilada como pesar del que ve enterrada a su amante (tal Noches),
 o desde la inteligencia y la indignación por sus parásitos (tal Eruditos) convertida en látigo fustigador.

Basta con ver las cifras: 93 veces se menciona la palabra “España”. 126 veces, “español”, en 49 ocasiones habla de “patria” (y se le puede sumar 4 de “patriota”), de nación en 70.

De forma que si hablamos del tema de España, hablamos de las Cartas. “Estas cartas tratan del carácter nacional, cual lo es en el día y cual lo ha sido.
Y si hablamos de las Cartas, hablamos de Cadalso, inevitablemente.
No creo poder hablar de la idea de España de Cadalso, sin hablar de la España que vivió Cadalso (que no es exactamente la misma que la soñada pasada, ni la pretendida futura, ni la conflictiva presente) y del propio Cadalso.
Como diría un agente inmobiliario, la clave es “ubicación, ubicación y ubicación”.

1. España en los tiempos de Cadalso. 
  ... Y en el principio del siglo llegaron los Borbones, sangre nueva para revitalizar el tronco ya enfermo de esa monarquía de los Austrias que dejó a un babeante Hechizado abrazado a la tumba de su mujer. Y con Felipe V se fuerza una elección: ¿estás con el pretendiente austriaco o con el nieto de ese francés que ha sido el Absolutismo encarnado, poderoso vecino?
Y como ocurre en estos casos, cada bando se hizo su propio vestido ideológico (habrá que distinguirse, no?) y los carlistas eligieron el disfraz de la tradición imperial y los del nuevo Felipe la modernidad cercana.
En realidad, el cadáver de España (ese “esqueleto de gigante” del que hablaba Cadalso) estaba siendo repartido y disputado entre extranjeros, y probablemente tuvimos suerte de que el que se llevara el gato al agua fuera el partido de los que deseaban aprovechar la ocasión para darle un nuevo aire al gobierno y a la gestión, ese despotismo ilustrado, culto, con aspiraciones de progreso, que venía de los galos.
Carlos III, el de Nápoles, fue el mejor ejemplo. Le cayó la corona por casualidad y, salvo porque al traerse a su equipo italiano consigo permitió a los que se arropaban en la bandera del nacionalismo fundamentalista una excusa para montarla Triste, De Gregorio, marqués de Esquilache , lo hizo mejor que bien, y durante casi 30 años España dió un par de pasos hacia adelante, hacia ese objetivo de progreso...
Las Cartas se publican justo al año de su muerte (1789 en El Correo), pero se escriben cuando sube al trono en Francia el Borbón que acabará siendo guillotinado en la Concordia (1774, aunque las fechas todavía se discutensi no miente el calendario, es el [...]16 del reinado de nuestro religioso y piadoso monarca Carlos III”- c. LXVII).
Lo cierto es que es un tiempo de crisis (en el sentido de cambio inminente e impredecible): a las ideas despóticas-ilustradas les han salido pulgas con las que no contaban, semillas internas de destrucción del sistema, ya que algunos llevan sus ideas implícitas hasta su lógica conclusión.
 ...Y de la libertad nació la Revolución.

2. Cadalso. 
Me consuela saber que es hoy un clásico, que triunfó al final al menos en literatura (aunque no lo sepa) y que el tiempo le ha dado su sitio y es uno alto y merecido.

Porque en su vida, a cambio, tuvo mil reveses y golpes de los que dejan huella (huella que mantengo se queda indeleble en las Cartas).
En Cartas, y repito que Cartas es Cadalso y España, es un huérfano, y un viajero, un turista, y hasta un exiliado (de esos que desarrollan querencia casi obsesiva por esas raices que le faltan).

Consigue el reconocimiento que busca (pasa el “examen” de la Orden de Santiago: ¡ya es noble con título que lo acredita!) sólo para que esa condición le impida tener una relación como Dios manda con la mujer de la que se enamora -
¡Una actriz, nada menos! (Maria Ignacia), ¡dónde vamos a ir a parar!, y ¿cómo se va a permitir que se ensucie el brillo de la medallita de Santiago, su respetabilidad y dignidad, con un matrimonio con alguien tan mundano?!
... A cambio, era la chica de su pueblo (Cádiz), the girl next door... ¡Y lo bien que interpretaba sus palabras!, ¡le completaba!
Y no era mala mujer, que le fue fiel, con lo difícil que tienen eso las actrices, dicen.
Pero da lo mismo, porque murió.

Y en la carrera elegida, en la militar, no va mejor, que intenta e intenta subir, pero le ignoran..., le dejan de lado... No asciende por más que pida y se empeñe.
O sí, y justo cuando lo consigue, muere de la forma más tonta, volando con enorme petardo final (en el desempeño de su función).

Culto -y cultivado para serlo-, refinado, experimentado, con idea muy clara de su sitio y de su clase, noble, noble, noble, pero con dificultades para realizarse, realizar aquello para lo que estaba destinado, se había preparado... Y todo ello sale y se derrama en sus letras (cartas).
 ● Como persona que ha viajado (y en estudios, como un Erasmus más, hasta de turista, que es una forma especial de viajar) y ha aprendido lo extranjero [...]los quiere como paisanos suyos,[---]pues tales le parecen todos los hombres de bien del mundo, siendo para con ellos un verdadero cosmopolita, o sea ciudadano universal”. Carta LXXX , es inevitable que compare a su país con los otros, y que sea capaz de reconocer lo que le falta que los otros tienen. Y quererlo para España.
 ● Como noble, alienta una imagen de dignidad y de respeto hacia la tierra que dió tanto hombre grande como Cortés o Pelayo. Imagen de leyenda (merecida), fe en la tradición y en el pasado glorioso.
 ● Como hombre de su tiempo, ilustrado, busca la utilidad, poner en práctica la reforma.
 ● Y al cabo, como ser inteligente y a partir de lo que descubre en propias carnes, a lo duro, ve al mismo tiempo todas esas máculas, enfermedades, defectos que comen a su amada España. La realidad de un mundo poblado de gente vacua, o que tira su vida por la borda en lo superficial, en la pose, en la pretensión vana y chorra, en el consumismo, la moda y la tontería.

Ah, pobrecito Cadalso mío! Y pobrecita España!
Y dice mucho de su carácter que no se deje devorar por la frustración. Que, a pesar de todo, tenga esperanza, esperanzas, de cambio. Que crea que hay cosa buena suficiente para enmendar tanto mal rampante, tanta alimaña y muñeco pintado. Y su fe es la educación, que es lo que él ha conocido, lo que a él le ha servido: hagamos hombres de bien enseñándoles, digámosle a todos la verdad y recordémosles lo que pueden ser y tener.

3. España en Cadalso. 
Como decía, la mira de mil formas. Pero especialmente desde un punto de vista de historiador (más que literato), desdoblándose en tres avatares:
- como sociólogo de campo, estudiante de intercambio en viaje de descubrimiento cultural – (Gazel ) yo no soy político ni aspiro a serlo; deseo sólo ser filósofo” C LIX   
 - como filósofo moralista, objetivo porque lo ve desde fuera - del tiempo, es mayor; del espacio, vive en otro país (Ben Beley),
 - como patriota pragmático, un tanto cínico, es decir, desde dentro pero con distanciamiento intelectual (Nuño).

Dicen que lo más francés de la Ilustración fue su consideración de la Historia como una evolución en curso. “Avanzamos” decían.
Pedro Bayle fue el primero que con su “Diccionario histórico y crítico” (2 vols., 1695-1697), empieza la revisión fáctica de la historia “nada más insensato de razonar contra los hechos”, en su caso enmendando la plana y corrigiendo al diccionario histórico de Moréri (anterior 20 años al suyo). Montesquieu, en su "Defensa del espíritu de las leyes" (1750), dió un paso más y habló de orden que se manfiesta en leyes (si bien no necesarias, porque condicionan los acontecimientos históricos, no los determinan ). Voltaire, por su parte, paralelamente a Turgot y Cordonet, completa la nueva visión de la historia, la idea de progreso, y más concretamente de progreso de la razón o por la razón, una “historia del espíritu humano”. Epistemológicamente hablando, este análisis y revisión se realizan ahora desde la experiencia:  hoy tenemos que aguantar carga más pesada que sostuvieron ellos. A los historiadores modernos se les exige más precisos detalles, hechos comprobados, fechas exactas, [...]. Sucede con la historia lo que con las matemáticas y la física: su progreso se ha acrecentado prodigiosamente”. Voltaire, “Diccionario filosófico” (1764)
Y Cadalso, que mira con especial interés a esta nación, le da muchas vueltas a esto,... y lo pone en duda.
Pregunta como historiador filósofo las dos preguntas inevitables: ¿de dónde venimos?, el pasado; y ¿a dónde vamos?, el futuro. Y entre medias queda un presente de crisis y cambio.

- Mirando el pasado. ¿qué afirma?
 a/ Que no son las cosas como las venden los maledicentes propagadores de la leyenda negra.
 b/ Que fuimos no sólo grandes, sino Grandes también de corazón. (en Cartas III, IX-"Si del lado de los españoles no se oye sino religión, heroísmo, vasallaje y otras voces dignas de respeto, del lado de los extranjeros no suenan sino codicia, tiranía, perfidia y otras no menos espantosas. [...] los pueblos que tanto vocean la crueldad de los españoles en América son precisamente los mismos que van a las costas de África a comprar animales racionales de ambos sexos" , XVI-"una relación de todos los hombres grandes que ha producido la nación desde don Pelayo... mucho número... tantos insignes..." , XXI-"En medio de esta decadencia aparente del carácter nacional, se descubren de cuando en cuando ciertas señales de antiguo espíritu" , XLIII-"La ciudad en que ahora me hallo es la única de cuantas he visto que se parece a las de la antigua España [...] admiro como singular mérito en estos habitantes la reverencia que hacen continuamente a las cenizas de sus padres", LVII -"amigos de mi mayor estimación, [...] los Ordoños, Sanchos, Fernandos de Castilla, los Jaimes de Aragón").
c/ Y no sólo eso, la lengua española, maravilla de maravillas, y los que bien la sirvieron (XLIX - "el castellano y latín de Luis Vives, Alonso Matamoros, Pedro Ciruelo, Francisco Sánchez llamado el Brocense, Hurtado de Mendoza, Ercilla, fray Luis de Granada, fray Luis de León, Garcilaso, Argensola, Herrera, Álava, Cervantes y otros." , LXXXIII -"don Francisco de Quevedo, uno de los mayores talentos que Dios ha criado")
Fuimos los numantinos y Cortés, que se superaron a si mismos y enfrentados a pruebas las vencieron como caballeros, héroes.... Aunque eso hace inevitable el Ubi sunt: ¿Qué se fizo de tanto español, austero, decidido y valiente?
Este tiempo grande está limitado: duró hasta el “siglo de oro” (expresión repetida varias veces, el siglo XV), hasta Carlos V y Felipe II. Puestos a ensalzar, hay que ser crítico con la corrupción y degeneración que lo siguió, objetivo: (Carta XLIV-"La predilección con que se suele hablar de todas las cosas antiguas, sin distinción de crítica, es menos efecto de amor hacia ellas que de odio a nuestros contemporáneos." ).

 - Mirando el presente, lo que pone en duda es la inevitabilidad del progreso, como si sólo por ser algo moderno fuera bueno, porque modernos son también vicios y tonterías “a fuerza de querer sacar la quinta esencia del modernismo, han llegado a perder la cabeza” C. LXXXII . Hay muchas cosas que pueden hacer peligrar y caer el ansiado progreso. De hecho, es en el presente donde más claro se ve el conservadurismo de Cadalso, y su clasismo de noble. Su visión es revisionista y regeneracionista, pero maticemos: Es reformista,sí, pero sólo en la medida que la reforma lleve a la recuperación de los valores que nos hicieron grandes. Y la palabra clave es AUSTERIDAD.

Cadalso hace como dicen que hizo el exsecretario D. Rumsfeld que participaba en think-tanks pensados para estudiar los ciclos históricos e impedir así cometer los errores que pudieran llevar a la caida del “Imperio” (USA, claro está). Por eso, su Carta LXVIII me parece fundamental. Analiza el mecanismo histórico y llega a la siguiente conclusión: los pueblos pasan por varias fases, a saber, austeridad, abundancia, lujo, afeminación, flaqueza, ruina. En ninguna parte ejerce la ironía Cadalso como cuando se burla de eruditos, banales, coquetinas, proyectistas, etc. y deja en entredicho el presente (y así en la carta 64. O en la 88, donde habla de un Siglo del placer y de su desarreglo... "Un pueblo acostumbrado a delicadas mesas, blandos lechos, ropas finas, modales afeminados, conversaciones amorosas, pasatiempos frívolos, estudios dirigidos a refinar las delicias y lo restante del lujo, no es capaz de oír la voz de los que quieran demostrarle lo próximo de su ruina.")

Aquí está el Cadalso quejoso-quejica también, el más pesimista. Que se resisten al cambio y a la crítica y se pregunta si será infructuosa empresa la de llamar a la austeridad. Y aquí la apelación a la clase superior intelectual (que no los políticos, a los que tilda de veletas y falsos, sin entendimiento, en la carta 63): Pocos pero escogidos. Y esa idea del deber, que resumirá Nelson años más tarde “(our country) expects that every man will do his duty”, propia de noble de conciencia y militar. “Hagan, pues, ellos lo que quieran; yo haré lo que debo”. (Carta 65) Y “merecen aprecio por el valor, pues no es poco el que se necesita para reprehender a quien se halla bien con sus vicios, o bien cree que el libre ejercicio de ellos es una preeminencia muy apreciable”. (66)

 - Mirando el futuro, ve razones para la esperanza: porque “no dudaba yo que pudiese haber hombres de bien entre vosotros” (62), y “el genio español en las materias de entendimiento es como la gruesa artillería, que es difícil de transportarse y manejarse a mudar de dirección, pero, mudada una vez, hace más efecto dondequiera que la apuntan” (77)
la península se hundió a mediados del siglo XVII y ha vuelto a salir de la mar a últimos del de XVIII”. (78)

CONCLUSIONES OPINABLES: Las Cartas son una obra moral y patriótica, propia de quien busca la verdad y anima a la virtud. “tú me enseñaste a amar la verdad”.(1) Aspiración en la que está el autor, en un camino casi ascético “Dichoso amanezca el día feliz cuyas divinas luces acaben de disipar las pocas tinieblas que aún oscurecen lo oculto de mi corazón!” (90)
El ingenio, ese sentido del humor irónico, y su nobleza de espíritu (no confundir con la de sangre) le salvan de ser un santurrón insufrible, y le convierten en mi humilde opinión, en un buen escritor, un buen hombre, un buen español.
Y sus contradicciones (¿quien no las tiene?) se resuelven, por aquello que contaba Feijoo: “Todo lo hizo según regla; pero según una regla superior

ANEXO: Las piezas del puzle, en resumen- Carta a carta.
1. presentación de los 3 personajes: Gazel, Nuño y Ben-Beley. Viaje de conocimiento.
2. dificultad de la tarea: variedad.
3. repaso a la historia de España
4. vs la apología de las ventajas de ese siglo frente a los anteriores
5. conquista de América: clave de las alteraciones de la nación.
6. falta de mecenazgo, apoyo, para las ciencias: dedicatoria a Domingo.
7. la falta de instrucción en los jóvenes
8. el nuevo diccionario y la crítica literaria.
9. (continuación del 5) conquista de América 2: leyenda negra aventada por los extranjeros y ejemplo en contra de Hernán Cortés.
10. mujer, maltrato
11. inadecuación de los modos sociales
12. profusión de nobles
13. nobleza solo por herencia es vanidad idiota
14. vs las guerras idiotas que no resuelven nada.
15. desencuentro de los actores sociales (toda profesión es susceptible de ser ridiculizada)
16. historia heróica de España
17. beatus ille. Se cansa uno de todo en la Corte. Quiere escapar del escapismo.
18. falta de respeto filial, pleitos que demuestran corrupción de valores
19. (respuesta) que siempre conserves tus principios
20. incredulidad ante la realidad tal como la cuenta Gazel
21. (respuesta) España sigue igual, en lo bueno y en lo malo. Imitar lo bueno extranjero no es malo. Vs el patriotismo mal entendido.
22. Burla de matrimonios de conveniencia
23. Vs las disputas vanas propias de los escolásticos
24. defensa del clasismo y la jerarquía. Cada uno a lo suyo, que tiene su función.
25. la mona, aunque se vista de seda. Sobre los ennoblecidos.
26. España geográfica: diferencias por habitantes y sus bondades respectivas. La competencia es buena. 27. Fama póstuma es vana: lo que cuenta no es acumular poder y dinero
28. (respuesta) Pero busqueda meritoria si se basa en hacer por los demás aquí y ahora.
29. comparación con Francia a la que se critica especialmente por su éxito, el error de dormirse en los laureles (corrupción del lujo), cada uno tiene lo suyo.
30. sobre los violetos, inútiles.
31. esclavitud de la moda
32. sólo un puñado de cosas son buenas: el resto es paja y repetición.
33. (variante del 15), todos fastidiosos, vicios hispanos presentes.
34. proyectistas, un género de ilusos que hacen perder tiempo y dinero. Esfuerzos mal colocados.
35. corrupción del idioma, plagado de extranjerismos que vienen con la moda.
36. descendiendo a lo concreto: vs el gusto por las antítesis en el discurso.
37. (variante del 35), falla el idioma porque faltan los principios (dónde ha quedado el referente?).
38. equivocado concepto de grandeza, vanidad.
39. el mundo como mezcla y paradoja, y sobre escribir del gobierno inútil porque es paja o repetición (o peligro).
40. el hombre, en general, es bueno. Pero sólo es venerable el que sirve, el que es útil.
41. a favor del mercantilismo, pero al mismo tiempo a favor de consumir producto nacional.
42. maurofilia (África es beatus ille, variante del 17), austeridad y verdad.
43. la ciudad que respeta (y donde aún vive) la antigua España. Características
44. (variante del 21) tradicionalismo sin crítica es postura idiota.
45. alabanza de Cataluña, donde los nobles aspiran a ser útiles.
46. la amistad, que se da entre los buenos, como el recelo y la doblez entre los malos.
47. (respuesta) (como decía José Antonio Marina, es mejor preferir lo preferible). Si algo es bueno, como la amistad y lo que lleva a ella, debería ser lo que hacemos. Pero no.
48. Matiza la crítica al siglo presente, que también tiene sus cosas buenas.
49. (variante del 35, relacionado con el 37) el idioma castellano echado a perder, cuando fuera tan grande. La lengua refleja y a la vez provoca el éxito (papel de la literatura en el progreso).
50. Cada país es singular, y su lengua lo refleja. Literatura intraducible, pero los ejemplos en cualquier cosa de vicios y virtudes si son transferibles.
51. corrupción de la política: la ambición, la inutilidad y el egoismo.
52. el hombre de bien está en minoría y no caben medias tintas.
53. el hombre, mísero desde la cuna (recuerda Nuño la idea de Tediato, de Noches).
54. Sobre las apariencias como forma de hacer fortuna.
55. (respuesta) El dinero (la fortuna) sólo tiene sentido para hacer el bien.
56. banalidad moderna: se queja por no encontrar una cinta.
57. historia universal? no, desconocimiento entre naciones. Propuesta de Intelectuales Sin Fronteras. 58. Críticos y críticos. Los malos, eruditos a la violeta, como toros. Los buenos, no hablan mucho.
59. La verdad del presente se escapa (importancia de estar informados, especialmente para los gobernantes).
60. (variante del 57) problemas de comunicación y desentendimiento entre naciones (España y Francia)- cuentecillo de los anteojos.
61. Ironiza comparando el contenido y forma de la literatura de las naciones europeas. Referencia al Quijote.
62. Ben-Beley se identifica con Nuño.
63. Políticos veletas y falsos. Les falta entendimiento.
64. 3 memoriales ridículos (la superficialidad en sombreros, vestidos y zapatos), ironía.
65. El bien denostado injustamente (el bien minoritario, élite)
66. 5 clases de escritores: el mejor, el q reprende vicios (que debe no tenerlos); el peor, el mentiroso. 67. literatura: el erudito (a la violeta) recomienda clásicos.Ironía.
68. Ciclo de los pueblos: austeridad, abundancia, lujo, afeminación, flaqueza, ruina.
69. (contraste con el 7) el auténtico yeoman español, frente al ahijado del tío Gregorio. Hospitalidad.Beatus ille, por un lado, y la función social del caballero.
70. (respuesta de Nuño) Pide más compromiso con la sociedad, sacrificio por la patria. Ser buen ciudadano.
71. (continuación).
72. Toros: salvajismo.
73. Elogio de los Borbones.(si él supiera...)
74. Extranjeros que proyectan el bien de España sin conocer su singularidad. El ideal: Fernando el Católico.
75. Los 6 maridos: el enfermo, el viejo, el capitán, el jugador, el tonto, el sabio. A favor de casarse por elección libre de la mujer, amor-gusto.
76. Tiranía de las coquetinas
77. Sb literatura: el mal siglo XVII... y los malos libros modernos (desde el 57), igualmente hinchados y pedantes. Inercia española.
78. Vs el escolasticismo. A favor de las ciencias positivas. Estudio secreto.
79. jovenes vs viejos, justo medio.
80. multiplicación de dones (y señores) superfluos: clasismo (que no se me mezclen).
81. el maltrato de los otros: no se sabe cómo acertar.
82. cada era, su locura. De éste, enumera sus axiomas (despropósitos). Hedonismo, superficialidad. Juicio de la Hª... y de la edad madura.
83. crítica literaria (desde el punto de vista del autor).
84. (sb fama póstuma) Consuelo de hombre de mérito desgraciado. No somos todos ituales.
85. (cont. y respuesta del 84). Mayoría de los incapaces, la vida sin propósito, banal.
86. pregunta sb Santiago, héroe del pasado, y don Ramiro, batalla de Clavijo
87. (respuesta al anterior): la fe mueve. No tocalla si sus efectos son útiles al Estado. El vulgo debe creer.
88. Siglo del placer. Desarreglo. Infructuosa empresa la de llamar a la austeridad.
89. Critica primero escribir para no decir nada nuevo y luego critica a los filósofos modernos y su interpretación del orden natural: C quiere jerarquías.
90. Despedida: me ha sugerido ideas nuevas.
NOTA: dice que había 150 cartas. Consigue verosimilitud y señala que son inconexos.

21 de abril de 2015

El ensayo español en el siglo XVIII: probando a cambiar

una vez más, otro trabajo mío para el que quiera saber (o no saber y copiar)...

PROBANDO A CAMBIAR:
el ensayo español en el XVIII
un trabajo de rafarrojas
No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece.” (Bilbo Bolsón, “El Señor de los Anillos”, J.R.R. Tolkien)

NOTA PREVIA
Pensaba ahora: el escritor siempre tiene una idea en la cabeza que es lo que quiere compartir. Tal vez la fabule, porque esté en su carácter perderse por los cerros de Úbeda al contar algo, y es entonces bajo (o entre) la historia escrita donde hay que buscar ese tejido original de realidad oculta – verdad propia.
O será timidez lo que le impide mostrarse directamente sino bajo disfraces de relato.
O lo hará así porque piense que tendrá más fortuna en colocar tal idea si la ofrece envuelta-bañada en exterior de narración y escapismo y entretenimiento, como si novela y cuento no fueran al cabo sino el ejercicio de publicidad o marketing de un producto-idea mucho más básica, previa a adornos y añadidos.
O acaso, también, sentirá cariño y orgullo de padre por sus ficciones,... pero la ficción, como el hijo nace del padre, nace de su realidad y de su experiencia (“¿hasta qué punto su último trabajo es autobiográfico?” suelen preguntarle a los autores de éxito) y la manzana (de Newton) nunca cae demasiado lejos del mismo árbol.
Ahora supongamos un tiempo en que al escritor se le invitaba a hablar de la realidad sin más, a decir directamente lo que pensaba sin tener que preocuparse de darle un envoltorio de historia. Nadie espera literatura de unas instrucciones de manejo de una lavadora, sólo que sean útiles y claras y vayan al asunto que importa.
Lo que es más, un tiempo en que se valorara especialmente la capacidad, no de inventar sobre lo real, sino de transmitir directamente, periodísticamente, el qué, quién, cuándo, dónde y por qué, ser informativo, didáctico, ... ilustrativo.
¿Y si ese tiempo era el XVIII, la Ilustración? ¿Y si no sólo se permitía al escritor no usar filtros de imaginaciones sino que se le animara a escupir directamente el meollo de su preocupación?... Ciento y uno escribirían ensayos y cartas y reflexiones... (q.e.d.)
¡Bienvenido al XVIII!

¡Ah, sí! ¡sé muy poquito! tan poco...
Así que las posibilidades de equivocarme al opinar son inmensas (“¿culo o codo?” dijo aquel mostrando en una foto, ventana reducida de un cuerpo humano, algo que podría ser tanto una cosa como la otra).
A cambio, si algo me han enseñado estos hombres (y mujer) tan listos (lista) es a confiar en el sentido común, en la capacidad de la razón para descubrir aunque sea en parte la verdad.
Porque si algo caracteriza a los ensayistas del XVIII es su

OSADÍA
No le temían a pensar y se atrevían con cualquier cosa: economía, medicina, historia, política, biología, antropología, geografía, botánica, filosofía.... “hacer una buena carta o mapa, sin omitir lo que pudiera ilustrar la geografía física, la historia natural de las aves y cuadrúpedos, y finalmente lo que pudiera conducir al perfecto conocimiento del país y sus habitantes”...(1)

Saltamos con movimiento pendular hegeliano desde los paseantes filósofos griegos de la Antigüedad tan celebrada, que discurrían sobre cualquier asunto sobre el que posaran el ojo (el tercero interior también), a aquel Hombre del Renacimiento, MacGyver de gorguera, jubón y calzas; y, de ahí, un nuevo bote hasta estos Enciclopedistas de enorme erudición que lo mismo elucubran sobre un roto que sobre un descosido.

¿Hay algo con lo que no se atrevan? Si se atreven como Feijoo incluso a explicar “El no sé qué”!(2)

Y eso porque cuentan, como ya decía, con lo que ahora creen Armas Definitivas y Poderosísimas. Son creyentes fundamentalistas de una nueva Fe en la que solo hay dos dioses: la experiencia y la razón.(3)
Decía Cadalso en su Carta 52 “apenas puedo llamar hombres a los que no cultivan su razón(4) y Félix de Azara comentaba “Yo, que he procurado investigar las cosas originalmente...

Y, allá salen!, nuestro quijotes con su adarga de experiencia (libresca, en el caso de Feijoo: “habiendo, en el largo discurso de mi vida leído libros de todas clases [...], apenas pasé los ojos por alguno, a cuya lectura no debiese algo de instrucción apreciable en una materia, u otra.” Carta XVIII (5)) y su rocín de sentido común a desfacer entuertos por ahí.(6)

Lo importante no es tanto que tengan éxito, sino que es su intención. Desde un punto de vista volitivo SON científicos, admiradores de Newton, Copérnico, la filosofía natural, las artes manuales, la ingeniería civil (aunque aquí cabe introducir como salvedad ese cierto desdén que manifestaba Cadalso por los “proyectistas”, que el papel lo aguanta todo, parecía decir). Y tienen un candor y una honestidad que les honra, están dispuestos a reconocer (en ocasiones) sus limitaciones (“Sería a mi ver muy del caso repetir mis observaciones en distintos parajes y provincias por sujetos de mayor instrucción que la mía”- Azara. “Yo confesaré que la Filosofía discurre por los fenómenos naturales, e inquiere sus causas inmediatas; pero palpando siempre sombras, tropezando en ignorancias, y duda” – Feijoo) y se mueven sobre todo por un espíritu muy loable de servicio, de ser útiles a los demás, al bien común (como en esa República de Platón).

Lo que tiene dejar suelto el pensamiento individual en el análisis y el debate, es que los molinos o gigantes son lo que se ha dicho, escrito o pensado antes. Y hay una parte importante en los ensayos de refutación y enmienda, que no siempre es absolutamente mesurada o tranquila:
Félix de Azara (Paraguay):
-“ no están bien situados los ríos Uruguay y Paraná de Corpus para el norte
- “escritores ignorantes y maliciosos que, por sus fines particulares, tratan ...”
- “Se tiene en Europa ideas falsas de los caciques
- “También se dijo que extraían grandes sumas del comercio y manufacturas, lo que tampoco es creíble
Joséfa Amar y Borbón (Defensa de las mugeres):
- “¿Cómo es posible que se oygan nuevas impugnaciones sobre esta verdad? Pues ello es cierto, que se oyen, y que son de tal naturaleza, que no debemos desentendernos de ellas, porque acreditan, que no está aun decidida la questión.”
Feijoo:
- “Algún embustero inventó esa patraña: otros le siguieron, y la esparcieron”, Carta XX (Vampiros).
- “Encuéntranse, un Profesor nuestro con un Extranjero bastantemente instruido en las materias físicas. [...]¡Qué vergüenza para el nuestro, que haya de enmudecer, porque enteramente la ignora, y aun tal vez, ni aun sabe el significado de las voces, en que le habla el Extranjero!” Carta XXI(7)
- “Una pluma destinada a impugnar errores comunes, nunca se empleará más bien, que cuando la persuasión vulgar que va a destruir, es perjudicial e injuriosa a alguna República
Cadalso:
- “los pueblos que tanto vocean la crueldad de los españoles en América son precisamente los mismos que van a las costas de África a comprar animales racionales de ambos sexos”, Carta IX

Pero estos primeros ensayistas que se definen ciudadanos de esa República de las Letras... sólo incluyen en ésta a ellos mismos. No el “vulgo”, no la “plebe”. En sus opiniones se muestran “censitarios”, al estilo de lo que luego defenderán Wilfredo Pareto o Gaetano Mosca en el terreno político: “El valor de las opiniones se ha de computar por el peso, no por el número de las almas” Feijoo, Discurso Primero de su TCU. “...(es) noble, cualidad que basta para que le admitáis (!)” y “si se redujese siquiera su ambición de ennoblecerse al deseo de descansar y vivir felices, tendría alguna excusa moral este defecto político” Cadalso, Cartas XI y XXIV respectivamente.
Estos en su mayoría “niños-bien”, gente de posibles, no se daban cuenta de que habían abierto la veda, la caja de Pandora de la libertad de opinión. Que luego pasa lo que pasa, lo que decía Kant con aquel “extraño e inesperado curso de las cosas humanas”: “el hecho repercute poco a poco en el sentir del pueblo (con lo cual éste se va haciendo cada vez más capaz de la libertad de obrar)(8) .

Eso explica en parte, creo yo, que vivieran tiempos de deslizamiento:
- En economía, de los mercantilistas de Thomas Mun y Colbert, como Félix de Azara (“No falta más que hallar los medios de introducir entre ellos el lujo y el conocimiento de las comodidades, para que se dediquen más a los trabajos”, verdadero pensamiento capitalista para reducir a los “bárbaros” que se sitúan fuera del sistema), a los fisiócratas de Smith, Quesnay o Turgot (“difundir los conocimientos de que pende la perfección de todas las artes útiles y particularmente de la agricultura, la primera y más importante de todas” decía Jovellanos en su Informe sobre la Ley Agraria, y en su carta III Cadalso afirma que “el amparo de la agricultura, y otras operaciones semejantes, formaron esta monarquía” y también “Los campos se cultivan, la población se aumenta, los caudales crecen” carta XXVI) hasta llegar al liberalismo del laissez-faire (tantas cosas se dejan pasar que se llega a ese capitalismo salvaje que tantos problemas dió a los siglos siguientes).
- En materia de creencias, deísmo, escepticismo, ateísmo y materialismo. Aunque en esto no somos nosotros, los de la muy católica nación de España, como esos descreídos de Francia (adios, mi admirado Voltaire), y nuestros autores trazan esa línea que no debe cruzarse, especialmente Feijoo, el benedictino. “únicamente, y no en otro alguno, tiene verdad la máxima de que la voz del pueblo es voz de Dios. El primero es, tomando por voz del pueblo el unánime consentimiento de todo el pueblo de Dios: esto es, de la Iglesia universal; la cual es cierto no puede errar en las materias de Fe, no por imposibilidad antecedente” Discurso I. Y luego en el XIII, “el Escepticismo [...] el error más desatinado, y el modo de filosofar más cuerdo, (porque) dudar de muchas cosas es prudencia, dudar de todas es locura”. Por su parte, Cadalso a través de su personaje Nuño explica: “Adoro la esencia de mi Criador; [...]. Su magnificencia, [...] llenan mi alma de reverencia para adorarle, no mi pluma de orgullo para quererle penetrar.” -Carta VIII. Y en la XXIII añade: “en aquellas cosas humanas en que no cabe la demostración es inútil tan porfiada controversia
- En política, se pasará del absolutismo del XVII al despotismo (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”) hasta alcanzar al parlamentarismo inglés (“el rey reina, pero no gobierna”) y finalmente a las cabezas gillotinadas. De nuevo, no así los españoles, que llevaremos nuestra devoción monárquica a readmitir al hombre más mezquino, cutre, egoísta, traicionero y vil que vió la Historia, ese Fernando cuya silla de manos quería ser llevada por tantos (a falta de caballos, buenos son asnos).

HACIA EL OTRO
Nos movemos...¿o derivamos?. Y son “viajes útiles”, como los que pretendía Azara o como los que hacía el Gazel de Cadalso, maurófilo, ... ¿o inevitables?
En una época de mejora progresiva de las comunicaciones, de periódicos y buenas carreteras (Watt inventa por aquellos días la máquina de vapor, pero no habrá trenes hasta el siglo que viene), de pronto parece que miramos más hacia el exterior, hacia lo que está más allá.
Hacia “el Otro”, que ¿quién es?: La mujer, los habitantes de las colonias, los esclavos.

- Literatura de género:
De pronto, el papel de la mujer pasa a despertar el interés de los autores.
Se ocupa de ellas, la que aspira a ocupar y mantener la plaza en esas sociedades de amigos, la sra. Amar, feminista antecesora de todas las feministas, que defiende la instrucción para su sexo “No contentos los hombres con haberse reservado, los empleos, las honras, las utilidades, en una palabra, todo lo que pueden animar su aplicación y desvelo, han despojado a las mugeres hasta de la complacencia que resulta de tener un entendimiento ilustrado.” y reconoce (y condena implícitamente) su particular “techo de cristal”: “La ventaja que llevan los hombres [...] de ser Juez a Abogado: nuestra sentencia está en sus manos, si se decide, que seamos admitidas a sus conferencias, dirán siempre que nos hicieron esta gracia, si nos niegan la entrada, ya se ve quanta superioridad encierra este procedimiento, pero no por eso hemos de desmayar, mientras no esté concluido el pleito.”
Revisa igualmente su situación Cadalso, al que nadie podría acusar jamás de feminista: “la mujer por sí sola es una criatura dócil y flexible [...]:veo que es un fiel traslado del hombre con quien vive.[...] un solo hombre, igual a ella hasta en las accidentales circunstancias de lo que llaman nacimiento; por todo había de ser y continuar siendo buena”. Pero siendo en esta materia de lo más tradicional, de “mujer cerrada”, señala que en los cambios de orden, en ese contrato de androcentrismo de sus antepasados, se ha perdido la contraprestación debida a la mujer por limpiar, cuidar, etc. “Éramos entonces como los dioses Penates que los gentiles guardaban encerrados dentro de sus casas, pero con suma veneración; ahora somos como el dios Término, que no se guardaba con puertas ni cerrojos, pero quedaba expuesto a la irreverencia de los hombres, y aun de los brutos”. Carta X. Ligereza de cascos, superficialidad y coquetería de ellas y oportunismo sexual de ellos, con más mujeres “prisioneras” que en el serrallo de un emperador persa.
Feijoo les dedica su Discurso XVI del TCU, y con un tono que recuerda al paternal párroco en la homilia, pero una erudición realmente asombrosa (9), reconviene a sus feligreses del género masculino y les afea por su comportamiento, cuando esta claro que “de prudencia política sobran ejemplos en mil Princesas por extremo hábiles”. Habla de la lucha de sexos, y de la injusticia de los hombres y su ignorancia, y les rebate el lugar en que han colocado a la mujer utilizando la más clásica estructura dialéctica (10). Achaca a los propios hombres el origen de los malos comportamientos de las mujeres (i.e., sus infidelidades).

- Nuestros primos, los americanos (y contra la leyenda negra):
Otro objetivo de la revisión y de un nuevo interés son los habitantes de las colonias(11). E íntimamente ligado a ello, el desmentido de esa leyenda negra que nos pinta a los peninsulares como monstruos crueles, genocidas.
Ya mencioné a Cadalso diciendo que los que nos tachan son los mismos anglos esclavistas.
Azara hace cuentas y no le sale el genocidio: “su número total no ha disminuido. ¡Qué nación europea de las que han pisado la América podrá decir que conserva los mismos y más indios que halló en ella! Favorece este cálculo el que muchos indios han pasado a ser españoles y otros están confundidos con las castas mestizas” (...y eso aunque siga manteniendo prejuicios, como aquel que le lleva hablar de “bruto hediondo como todos”, refiriéndose a un indio).
Feijoo en su Discurso VI se dedica a limpiar de bulos el conocimiento que tenemos de nuestros primos, como esa “opinión tan injuriosa”: “reine la opinión de que en éstos se anticipa la decrepitez a la edad decrépita” y que “no menos es falso que en ellos amanezca más temprano que en los Europeos el discurso”. A la primera, sobre todo, mediante el uso de ejemplos de personas reales y conocidas: viejos pero sabios. A la segunda, “que este adelantamiento se debe únicamente al mayor cuidado que hay en su instrucción, y mayor trabajo a que los obligan”.

Pero una vez más hay más de una consecuencia a ese reconocimiento del Otro, se alcanza inadvertidamente un punto de no retorno.
Y los diputados de La Pepa que animaron a la creación de Juntas en el otro lado del mar, debían saber que estaban dando su bendición de hecho a la libertad (puesto que la reclamaban para ellos mismos), que sus socios, sus aliados de ultramar, ya nunca más después formarían parte de España y que aunque todavía se hable de los reyes que vinieron como de las Españas, serán si acaso sólo de “la España y dos décimas”.

Dejo, por no alargarme aquí más, el otro gran tema pendiente, el verdadero elefante en la habitación, el tema del patriotismo y el desarrollo de España (cuando analizado ese Otro y nuestras relaciones con ellos/ellas, acabamos en movimiento de retorno por volver la vista a nuestro propio ombligo). Será para cuando hable de las Cartas Marruecas de Cadalso, en el trabajo siguiente.
(Continuará...)

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Notas al pie:

[1] “Descripción e historia del Paraguay y del Río de la Plata”. Felix de Azara- Prólogo. Madrid: Alianza Editorial, 1990.
[2] En el extremo negativo de este ansia de conocimiento, una vez más, los rolleras, contra los que nos precave Cadalso “puede alucinar a los que no saben lo arduo que es poseer una ciencia, lo difícil que es entender varias a un tiempo, lo imposible que es abrazarlas todas, y lo ridículo que es tratarlas con magisterio, satisfacción propia, y deseo de ser tenido por sabio universal”.
[3] Es lo que contaba Feijoo de “así yo, [...], escucharé siempre con preferencia a toda autoridad privada lo que me dictaren la experiencia y la razón”, resonando en aquella zaragozana de poco agraciado rostro pero mejor dialéctica “cosas que qualquiera que tenga ojos, y una mediana razón, sabrá entenderlas” "Discurso en defensa del talento de las mugeres,...." Josefa Amar y Borbón. “No faltan luces bien claras para desengañar a los hombres de mil envejecidos errores: sólo falta reflexión para usar de ellas”. Feijoo. Discurso Sexto. Españoles americanos.
[4] “¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón! : he aquí el lema de la ilustración”. No lo digo yo, que lo decía Kant en 1784... 20 años después de la muerte de Feijoo.
[5] “Impúgnase un temerario, que a la cuestión propuesta por la Academia de Dijón, con premio al que la resolviese con más acierto, si la ciencia conduce, o se opone a la práctica de la virtud; en una Disertación pretendió probar ser más favorable a la virtud la ignorancia que la ciencia”.
[6] Cadalso se veía hijo de Cervantes “Desde que Miguel de Cervantes compuso la inmortal novela en que criticó con tanto acierto algunas viciosas costumbres...” dice en la Introducción de sus C.M. y lo cita mil veces luego como toca a un vástago amante, hasta en esa referencia al Licenciado Vidriera “cuento del loco que se figuraba ser tan quebradizo como el vidrio” – Carta XXXII
[7] “Progresos del Sistema Filosófico de Newton, en que es incluido el Astronómico de Copérnico”. [8] Op.cit. Y me llama la atención que Feijoo viera el efecto, pero no se viera a sí mismo como causa: “Los que dan tanta autoridad a la voz común, no preveen una peligrosa consecuencia, que está muy vecina a su dictamen”. (Voz del Pueblo)
[9] Hasta el punto que me pregunto si no fabularía un tanto el insigne gallego –que lo es, por más que se empeñen los asturianos-, al estilo de su paisano Cunqueiro, que maneja mil y una fuentes y habla de todos los tiempos y lugares con igual familiaridad... hasta del Dalai Lama!
[10] Así opina el catedrático de Oviedo, Gustavo Bueno, en su trabajo “Sobre el concepto de ensayo”: “muy próxima a la quaestio escolástica, sin contener explícitamente esta organización, antes bien ocultándola cuidadosamente” publicado en los Cuadernos de la Cátedra de Feijoo.
[11] “Cosa vergonzosa es para nuestra Nación, que no sean conocidos en ella aquellos hijos suyos que por sus esclarecidas prendas son celebrados en otras”, dice Feijoo.

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