5 de julio de 2011

LOS OCHO FOLIOS - un intermedio sobre las clases de noruego

A Talleyrand le encargaron en una ocasión q redactara un informe. En un día volvió con un tocho inmenso y una excusa: "lo siento, no he tenido tiempo para hacerlo más corto".
Esta anécdota me la contó mi amigo Luis (hombre leido).
Y yo puedo añadir una de propio cuño: Trabajaba en un periódico. Era escandalosamente joven y bastante tonto (en aquellos tiempos me habría creido la reencarnación de Shakespeare si no fuera porque "reencarnación" indica ir detrás y yo no me veía detrás de nadie, ole mis huevos!). Mi jefe de sección me encargó, por ver dónde podía encajar, q escribiera algo sobre empresas de distribución. Me entrevisté con un montón de directivos de distintas empresas, preparándome como si fuera el heredero de un imperio mundial de distribución que necesitara conocer hasta los últimos entresijos del negocio. Muchas veces he pensado en ese niño-becario entrevistando a esos señores tan amables (e infinitamente mayores q yo) ¿qué pensarían al verme, increiblemente bisoño, preguntándoles cosas con la voz atiplada de un chavalín de colegio?

Mi jefe no me presionaba. Como poco, el experimento me mantenía ocupado (una de las responsabilidades de mi jefe, ocuparse de los pipiolos como yo) y, si resultaba que demostraba q yo no tenía lo necesario, al menos mientras tanto no estorbaría a los periodistas "de verdad".
Pero yo creo q también tenía una cierta curiosidad, esperanza, de que de pronto saliera con algo curioso. Y finalmente me dijo "a ver, enséname lo que tienes"... Y me puse a ello.
Los de mi quinta recordarán aquellas impresora de papel continuo con aquellos agujeros a los lados. Bien, yo llené 16 folios enteros con un estudio q como trabajo de ese cole-universidad a la que asistí los primeros años de carrera habría sido considerado bueno. Pero, ¡claro! eso no era periodismo de diario. Mi jefe no pudo dejar de reirse "¿y q´se supone que quieres q haga con esto?". Pero yo quería que él viera que me había aplicado, que había sido exhaustivo y completo... q me lo había currado. "Lo reduciré".
Cuando después de pegarme con mi mega-texto, le presenté un resumen con ocho de esos folios, todavía sonrió una última vez pero ya estaba viendo que no servía... Un jefe en una redacción no anda sobrado de tiempo y yo se lo estaba haciendo perder.

La historia no tiene final feliz. Mi jefe le dió mis ocho folios a uno de los redactores de la plantilla para que sacara lo que pudiera. Bueno, aprender, aprendí. (Y por cierto que una chica que estaba en la misma redacción me dijo "este sector es mío, que no se te olvide"... le preocupaba que yo le quitara el puesto, o algo así... comportamiento mezquino y cobarde que luego he vuelto a encontrar un par de veces entre colegas de la profesión...).

Una de las cosas que más nervioso me pone cuando pretendo aprender noruego es que los libros tienen "Mucha Paja".
Es como buscar la proverbial aguja en el pajar, que para encontrar lo que quieres tienes que leer muchas cosas que no necesitas.

Y cuando te hablan de verbos o de sustantivos, no los agrupan lógicamente, en plan "comenzar, seguir, terminar".

Bueno, pues con todo lo que me quejo, aquí estoy yo haciendo lo mismo.

De nuevo, mis ocho folios.

2 comentarios:

  1. La juventud es generosa con su tiempo y con sus ganas. Si no les paras te hacen un currículum como el tocho de Talleyrand o tus 16 primeros folios. Pero de todo se aprende. Lo que no puedo dejar de pensar es que este mundo en el que todo se simplifica (revistas con mas fotografías que letra, periódicos con más titulares que notícia, películas con diálogos cortos...) no pueda estar oscilando entre lo sencillo y lo directamente simplón. A veces, para profundizar y entender bien algo hacen falta 16 folios, o 30 o un libro de muchas páginas. El global sí, vale, se puede resumir pero los matices no. En fín. Interesante anécdota.

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  2. Yo también llegué a ver aquellas impresora de papel continuo con agujeros a los lados, ¡lo tenía olvidado! Los primeros que se compraban las impresoras de DIN A4 estaban vistos como unos privilegiados, ¡jajjaajj!

    Qué caóticos estos noruegos, ¿no? ¿No te pueden hacer unos esquemas-resumen o algo?

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