28 de enero de 2016

Atracón y vacío - dieta - Fantasías modernas multimedia. Shadowhunters, The Magician, The Shannara Chronicles, Dresden Files.

Vamos con comentario-crítica de fantasía multimedia. De cuatro cosas quería hablar: Shadowhunters, The Magicians, Dresden Files y The Shannara Chronicles.
Este blog no se llama La Nada y la Fuga por casualidad. Pretendía ser expresión (y resistencia) al vacío existencial que me acosa/sitia/ataca y las vías de escape que había dado para no ser atrapado por esa especie de vértigo, sima negra, de incapacidad para aprovechar la vida (¡qué guay, eh?).
Así que consumo, sin pausa ni tregua, todo aquello que me transporte lejos de mí mismo, y en mi caso lo he conseguido en anteriores ocasiones con las ficciones diversas.
A estas alturas ya me puedo llamar friki, porque me he tragado de todo en comics, películas y libros de puro entretenimiento-evasión.

Y mucha mierda, también.
Empecé el libro juvenil de Cazadores de Sombras, típico típico, de seres excepcionales que lo son sin merecerlo y haciendo el paripé de que "ellos no querían ser excepcionales"... Me aburrí soberanamente, demasiado girly, demasiado tontín, pretencioso. (Por supuesto es mi opinión).
Luego fuí a ver la peli, con mi hija, por eso de ver si la pantalla grande, los efectos o la banda sonora conseguía mejorar la cosa.
No fue así. Es de esos truño-pelis de niñatos, tan de niñatos que resulta absurdo y hace mirar a los lados como si estuvieras en cine porno porque da vergüenza que te vea alguien viendo semejante mierda.
Ahora, siguiente intento: serie de tv... Shadowhunters y.... aaaaggggh! sí, lo adivinastéis, no vale ni medio duro... Niñatos y niñatas con diversos grados de atractivo físico de niñatos y niñatas, lastimosamente queriendo parecer duros o sensibles o en medio de importante e interesante trama. Para perseguir judicialmente a los creadores.

Otro estreno se presentaba mejor. Una novela de Lev Grossmann, que había ocupado los primeros puestos de la lista de más vendidos del NYTimes: The Magicians.
Me lo había recomendado un tipo estupendo, Grego, y aunque sólo fuera para tener algo de qué hablar con él cuando le veo y no resultarle la persona más aburrida y ajena del mundo me leí el libro como comen los niños su papilla "una por papá", "otra por Grego"....
O sea que el New York Times y Grego... mejor que la bosta-fiemo-estiércol prefabricado de Cassandra Clare, pero sigue sin ponérmela dura.


Un comentario que alguien dejó en youtube al trailer de la serie actualmente en antena lo resume mejor de lo que podría hacerlo yo: "Imagine Harry Potter mixed with Narnia, and the occasional orgy and so much goddamn angst. Et voila: the magicians." (la autora del comentario, una tal Eleanor Taylor). Yo añadiría que lo mejor es precisamente la angustia vital, que en el libro resulta creíble, reconocible, real, humana. El resto es una explicación oscura, para jovencillos amantes de lo gótico, del mundo de Narnia que aquí se llama Fillory... curioso peassso intertexto, que otros llamarían "revisitando clásicos", y otros "homenaje", pero no deja de ser literariamente poco novedoso. Lo dicho, el libro tiene un tono tristón y deprimente, y contesta a una pregunta que me he hecho yo mil veces: "¿si me concedieran el poder de volar, sería finalmente un individuo feliz y satisfecho con la vida?"... y la respuesta peor posible sería, "ni aun así" y es la que sugiere este mismo Grossmann, así que, no mal libro.
Pero la serie, la serie es otra cuestión: puro plástico, producto de consumo. Sí, ya lo sé, igual que el libro. Pero a lo de la tele se le ve la falsedad como gemido de puta en la cama, la pretendida mezcla de efectos especiales y nada especial efecto general: que hay muchachos/as guapos/as (o menos,... pero jóvenes, que eso tiene punto extra en nuestro mundo viejista), con un añadido de cool y de intensidad supuesta (y digo supuesta porque, para mí, que no se acaba de materializar en la tele).

Tercer intento: Crónicas de Shannara, un libro de Terry Brooks de hace casi 40 años de esos de epic fantasy. Nunca respeté gran cosa a Terry Brooks. No me la ponía dura. Tampoco lo despreciaba como a la vendedora de boñigas a la que mencioné primero (y, sí, de boñigas aunque haya vendido miles o millones, que hay mucha gente tonta en el Universo... y yo también lo seré, lo admito, pero no como ellos). Por ahí tengo, no en las estanterías destacadas, sino arramblado en un rincón, de otra serie suya: Landover, Un Mago suelto, y otros más... No de esos libros que uno rescataría de un incendio).
De la serie me gusta que tenga prota catalana, que siempre que veo a alguien de mi país triunfando fuera me parece que hay motivos para sentirse bien. Y tal vez no vaya mal... Me esperaré un poquillo (y me la seguiré tragando, creo). No llegará en libro a los de C.J.Cherryh, Anne McCaffrey o Moorcock por citar algunos que escribieron cosas al mismo tiempo que Brooks, ni a serie como aquella entretenida, romántica y con puntos de humor de Legend of the Seeker (que algún día me meteré en serio con los libros de Goodkind, pendiente como Salvatore), pero a lo mejor se deja ver y todo.

Último, mi favorito, de esos que hacen que sigas comprando libros que dicen que van a ser la caña y paraporsiloson.... Jim Butcher y los archivos de Dresden. Ese sí que ha tenido recorrido multimedia: el personaje ha pasado por comics, libros, serie de televisión y hasta por juego de rol.

Empezaremos por lo peor (el juego de rol no lo he jugado). Lo peor, la serie de TV, mal hecha, mal pensada, pobre... y eso que el prota daba el pego (luego le recolocaron de padre de heroína de Arrow). Los comics, no están mal, pero tampoco para tirar cohetes...

Pero los libros.... Los libros son adictivos. Estoy contando los días para el siguiente, que dicen que podría salir este año.

En Reyes de hace dos años me regalaron el primer libro de la serie protagonizada por ese mago moderno que vive en el Chicago actual, Harry Dresden: "Tormenta".

Lo único que sabía era que estaba en la lista de los más vendidos del New York Times.
... lo que no quiere decir realmente nada. Como los Oscar, los Globos de Oro, los Emmy, los Grammy, los MTV Awards, los Goya o los oit-points de Eurovisión no significan realmente nada, ni convierten por ensalmo (qué propio, para el caso!) a sus receptores en magníficos o geniales. De hecho, hay grandes basuras efímeras entre los que suben a la tarima para agradecer a los que les pueden contratar en el futuro, recordar a sus parientes varios o saludar a su cuñada Juani que está entre el público...

Lo tuve en nevera hasta Semana Santa.
Cuando finalmente lo cogí, no paré hasta terminarlo... en un día.

Y desde entonces me he leido los 14 que lo seguían, hasta alcanzar el último hasta la fecha: Skin Game (no está publicado en España). 15 libros en tres meses, que además han coincidido con muchos otros que he tenido que leer (o tragarme) para la carrera (y con los exámenes y los trabajitos varios). Y con series de tv, nuevas y revisitadas (las 5 temporadas de Eureka!, las 4 de Enterprise, las 6 de The Mentalist, las 4 de The Good Wife, y Korra, y The Tomorrow People, y Star-Crossed y ....) y con todas las pelis (comedias y sci-fi) que han podido sacar...

Comer sin hambre.
Ese ansia-gula que esconde un terror al vacío más vacío que el que recorren las estelares naves.
Cebando a un cerdo eternamente, para que luego ni siquiera llegue su sanmartín de producción, de creación propia (ni un triste chorizo-cuento se saca del jodío).
Pasar la vida voluntariamente exiliado en otra virtual, porque la propia se presenta odiosa (oño, me tiene a mí de protagonista!, ¿se puede coger un personaje menos interesante, más falto de heroicidad o brillo, de altura o virtud?) y por comparación los seres reales no excitan, apasionan, y la información que proporcionan (cuando lo hacen) no deja de ser rutinaria, banal, nunca lo suficientemente elaborada para enganchar... y eso que cuentan con esos oitpoins extra que recibe la realidad por el sólo hecho de serlo, y cercana: "hoy hace mucho calor/frío/templado".
Sólo me libra del autismo, la vergüenza de portarme como un autista sin serlo, y a ratos la chica a la que quiero, mi preciosa G., (y algunos, ocasionales, episódicos, otros/otras por los que siento afecto cierto... que no hay que confundir que "un cierto afecto").
Y de la soledad (la dolorosa) sólo G. con la que comparto unidad de destino y fluidos en lo universal, como decía el otro.

Pero volvamos a Dresden, los libros.
Repito: engancha. Se merece el rato que le dediques, porque no lo maltrata: entretiene. Ese es su truco (o-trato), su punto fuerte.
El estilo es talmente el de un comic.
Todos los libros están escritos en primera persona y están absolutamente repletos de referencias frikis (Dresden, como su creador Jim Butcher, manifiesta una aficción fanática a Star Wars, entre otros iconos modernos). ¿Es habilidad para dirigirse a su público o es que es simplemente lo que hay? Quiero decir: tal vez no es que pretenda saber de eso y sólo de eso (como supongo que muchos de los que le siguen, especializados en esa cultura pop, de la espada laser-la capa colorista del superhéroe-y el bestiario común a varios universos mitológicos modernos que hablan de elfos de distintos colores y trolls y trasgos y kenders o hobbits o gnomos), sino que efectivamente sólo sabe de eso.

Decía mi admirado Mark Twain
(NOTA- uno de mis top diez)

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir"
Y mucho antes que él (en 1720y), Fray Benito Feijoo lo enfocaba desde un punto de vista moral:

"No espera el manjar á la hambre , ni la bebida á la sed , ni aun la torpeza á la concupiscencia" y concluye "el que goza mas deleytes, es el que goza menos".
Pues en eso estamos: bebiendo y comiendo sucedáneos de literatura buena, con la esperanza de encontrar otro Dresden (que sin ser Graaaan Literatura cumple con su función de distraer al espíritu que se asoma al hoyo). Porque la vida se va acabando, pero mientras quede hay que seguir de pie aunque sea pensando en otra cosa.

1 comentario:

  1. Mi nada es más o menos como la tuya y como la de cualquier hombre moderno. Tenemos que llenarla. Yo intento no fugarme a lugares tan adolescentes como los que he leído por aquí pero los superhéroes me han hecho caer en Flash, Arrow, Supergirl y un largo etcétera. Me ponen de los nervios cuando empiezan sus artificiales problemas amorosos que no me enganchan nada. Aunque Daredevil y Jessica Jones son otra cosa, subida de nivel argumental y adulto. De tu largo repaso yo sí he sacado un poco de buen jamón al cerdo y tal vez ese Jim Butcher tenga su saborcillo en literatura. Aunque nunca me leería toda una saga del tirón. Necesito cambiar todo el tiempo de tema. Alterno ciencia ficción, con terror, con fantasía, con filosofía, historia, Pulitzer, Nobel o cualquier libro que haya leído por ahí que está bien(por gente de la que me fié). Soy friki la mitad del tiempo y la otra mitad me obligo a ser otra cosa para pensar que hago algo distinto(pero no es distinto, siempre es igual, sólo esperamos, la espera es nuestro mal común, no vivimos más de lo que esperamos, los libros "profundos" también caen a veces en lo banal). En fin, me gustan mucho estos posts tuyos dedicados al entertainment. Y yo sí apuesto a que algo bueno podrías escribir teniendo tanta literatura y cine en el cerebro. Otra cosa es que te apetezca. Un abrazo.

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