7 de noviembre de 2013

Conflictos y bajas civiles

La civilización tiene sus logros... Por ejemplo, ahora está mal visto cargarse civiles en caso de un conflicto armado (bueno, salvo que tus intenciones sean humanitarias, por supuesto...).
Sin embargo, tan loable avance moral y estratégico no ha alcanzado a otro tipo de conflictos: los laborales (vale, tampoco a los armados en sitios como Libia, Siria o Irak, pero esos no cuentan, creo.... me han dicho... no?).

Así por ejemplo, cuando desde los sindicatos de Renfe se quejan de que les van a dividir en cuatro y montan una huelga para que quede claro hasta qué punto están en desacuerdo, las víctimas de su conflicto somos nosotros, civiles pringaos, que si el tren es nuestra única opción para movernos nos vemos ahora haciendo estación, llenando horas perdidas allí para luego llenar vagones de gente cansada y con ganas de volver a casa acullá.

Vale, que en tanto Renfe sea parte del patrimonio de Estado, y siendo el Estado todos, la huelga va dirigida a los "mavaldos y peversos" capitalistas que somos todos, que no pueden pagarse la gasolina diaria de hacer 30 kms (y luego aparca, que cada acera de la ciudad es territorio y terrortorio de buitres y operarios de grúa municipal, lo que viene a ser lo mismo pero con los dientes más grandes y de acero y las barrigas más amplias para comerse nuestro dinero mejor) y deciden usar el ferrocarril.

Pero digo yo, que ¡si pudieran discriminar un poquito más! al dejar caer sus bombas estos maravillosos Camaradas del Metal y por ejemplo prohibir el uso de los trenes a quien vota esa conversión en holding de la compañía... Negarles el uso a sus enemigos, que no somos todos. Joder, en definitiva, a quien les jode, que en el amor y la guerra todo vale siempre que sea recíproco y reglado, :   )
 que dan ganas de gritar OR-GA-NI-ZA-CIÓN!!! como el del chiste que fue a participar en una orgía donde la proporción mujeres-hombres era fantástica y sin embargo descubrió que cada vez que se apagaban las luces venía alguien a darle por culo.

La huelga es de esas cosas que me hacen plantearme seriamente si seré demócrata, porque nunca me ha gustado la tiranía de la masa, y que me fuercen a hacer o a no hacer un bloque de convencidos de lo suyo (y, ya de paso, de lo mío sin mí, cual déspotas ilustrados).

Libertad, pofavó. Y relaciones de uno en uno. Que si yo fuera de Renfe iría a buscar al hijodelagran (se supone que así lo ven entre los CGT y los otros específicamente ferroviarios) que movió todo esto. Para hablar, por supuesto, o para acordarme de sus muelas varias, si hace falta, o para buscar la forma de joderle tanto como me jode él a mí (siempre dentro de lo legal y lo permitido), llegado el caso.

Porque también los responsables son individuos, como aquellos que no tienen vela en ese entierro ni sitio en el andén. Pero sólo los primeros se merecerán sufrir (o no, vaya Ud. a saber)


2 comentarios:

  1. Desde hace demasiado tiempo la huelga ha perdido su razón de ser, ya no perjudica al "malvado patrón" haciendole elegir entre ganar un poco menos y ceder en alguna reivindicación sobre las condiciones de trabajo a cambio de mantener su actividad.
    Ahora es un medio dañino para los trabajadores (no los liberados sindicales, claro) de protestar sonoramente, y de perjudicar a usuarios que no tienen poder alguno para incidir en el fondo del conflicto.
    Pero ¿podemos pedir que además de apaleados seamos silenciosos y educados?
    Saludos

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  2. yo nunca podría ser silencioso, y mi educación es variable... a lo que siempre he aspirado es al buen corazón, al sentido común y a la buena voluntad, y me gustaría que los demás los tuvieran también.
    Me quedé con las ganas de presentar la propuesta de crear la figura de la huelga individual, la que hace uno solo cuando le parece, y establecer como lugar para manifestarse alguna propiedad, fundo, predio, salita, recibidor, escalera o capó del coche del responsable de mi indiganación, y las personas a las que dar la charla y entre las que repartir octavillas ad hoc los amigos y parientes del político que la provocó, : )
    Gracias por la visita, Pilar. (aquí estamos, los dos solitos, en íntima compañía)

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Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)