30 de abril de 2011

El fin de la caridad

Hace unas semanas estuve en Dublin, para hacer un examen para el Cervantes. En algún momento os hablaré de ello. Ahora sólo os quiero contar un incidente. Iba andando por la calle principal, la q va pegada al río (ría) y entonces en una calle que salía a la izquierda veo a un tío tirado... en mitad de la carretera! Los coches que giraban por ahí lo evitaban como si fuera un coche en doble fila. Me acerqué para cogerle antes de que lo chafaran. El hombre estaba borracho, olía a demonios y probablemente se había meado encima. Le cogí pensando en la ducha q me daría en el hotel. Pero como no quería q se me cayera y dejarle peor de como le encontré, pedí ayuda a los transeuntes q pasaban por allí. Porque había gente pasando! Un tío joven vino y entre los dos lo levantamos hasta la acera. Cuando estaba allí sentado con la espalda en una verja me dice "`tasssss fuerrrte!"... mamao total. Yo le pregunto si quiere q llamemos a alguien para q le recoja. No contesta, sumido de nuevo en estupor etílico. Le pregunto a los q ya estan mirando como le colocamos (yo creo q debían sentir una cierta verguenza de no haber hecho nada antes) "llamamos a la poli o a alguien?". Una madre de familia me hace un gesto: "déjalo ahí"...
Lo dejé, pero con cierta sensación de Pilatos, quitándose el muerto-mamao de encima.

Y luego ayer, en Noruega, mientras andaba, me crucé con una ninia q estaba llorando, y me detuve solo un momento. "Te puedo ayudar?" Ella dijo no, y yo no quise insistir. Luego mi amigo me dijo q muy mal hecho, que me podia meter en un lio si trataba con ninios en la calle... Es la hostia. O sea q ves a un ninio llorando y no puedes preguntarle si esta bien....

Qué mierda de sociedad es ésta?

1 comentario:

  1. Miedo me da pensar en la respuesta, quizás ha sido una primera extraña impresión.

    Besos con mucho ánimo.

    ResponderEliminar

Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)