26 de octubre de 2015

The Last Ship... o el mundo visto de la forma más cutre posible.

Hay placeres llamados culpables porque reconoces la baja calidad artística, intelectual o estética de lo que consumes.
Por ejemplo,en mi caso podría ser una comedia romántica teen, absolutamente previsible y tonta. [Me gusta recordar que existen motivos de risa o de sonrisa, soy romántico hasta la médula y tengo síndrome de Peter Pan, así que suena lógico, ya que no defendible.]
Luego están los no tanto placeres como aficiones que son culpables porque aunque pertenecen al terreno de la fantasía son no sólo empobrecedores y embrutecedores sino que además no sabes hasta qué punto contribuyen a que en el mundo la gente sea como es. Porque aunque son fantasías siguen teniendo la capacidad de manchar la realidad con sus representaciones o ideología cutre. En ese sentido puede incluirse alguna peli porno o ideológicamente pornográfica (el lugar de Tarantino, por ejemplo).
Es el caso de The Last Ship en mi opinión. Me da repelús el trasfondo ideológico asquerosillo que pinta: justificación de la violencia, visión del mundo como de Hobbes (pero por supuesto sin su altura y argumentación), la representación de unos militares muy entregados... ¿pero entregados a qué? Allí hay malos a espuertas, pero no malos como Darkseid que es pura ficción, sino como los Demás del Mundo y Algunos de Éste vistos con el filtro más paranoico posible, más repugnante posible.

Y sin embargo lo sigo viendo. Eso sí es ser bobo y consumista. Por eso la culpabilidad. Porque a ratos tiene batallitas, donde lo que cuenta es la acción, y eso le salva de ser un total y auténtico pestiño, (porque todo lo demás no vale un pimiento, incluso olvidándonos de esa moral casposa semifascista).
Tiene coña que comparta argumento base, supervivientes postapocalípticos, con aquella serie española que no ví (un par de capítulos y por casualidad) de El Barco, donde se reflejaban cosas más amables, humanas... más frecuentes, creo, por fortuna.
Así que si alguien me pregunta, no negaré que veo The Last Ship. Uno ha de ser sincero siempre. Sólo añadiré que es una mierda de serie, ....
... aunque me la esté tragando.
Shame on me!
Y como muestra de la diferencia, aquí van dos mil palabras en formato jpg:

la española + la de "agradecemos a la Marina de los Estados Unidos...", que yo espero que incluya individuos mejores en sus tripulaciones de los que retrata esta mierda serie (por la cuenta que nos trae).

2 comentarios:

  1. Autojustificación del placer culpable: Tenemos un cerebro límbico o reptil. Como no podemos reprimir todo el tiempo ese lado salvaje, le damos un poco de vidilla viendo estas obras menores no edificantes. Como somos humanos ilustrados(los que supuestamente lo somos) sabemos distinguir entre lo que tiene calidad y lo que no. Malo sería que leyéramos algo infame o lo viéramos y dijéramos que es una obra maestra. Gracias a estos placeres culpables que nos ofrece la ficción sublimamos lo peor que llevamos dentro y no lo desarrollamos en la realidad. No haces nada censurable viendo esa serie en la que por cierto, he entrado hace muy poco por mediación de otro amigo culpable. Ya estás más que redimido por tu poesía, tu buena literatura y un largo etcétera de arte sublime que ha ido desfilando por aquí. No dejes que los prejuicios te estropeen el espectáculo. Los autoprejuicios en este caso. Un abrazo.

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  2. Pues esa no la veo, pero hace nada reconocí que paso la noche del martes viendo en La 1 Olmos y Robles que no te creas pero tiene lo suyo ;)
    Estoy con S., hay que ser capaz de disfrutar de lo que la vida te ofrece, sin tratar de convencerse por ello de que esconde un significado oculto realmente de culto (que no serías el primero) ni sentirse culpable por ello. Hay momentos para todo.
    Besos

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