4 de septiembre de 2015

VIALIVRE, una empresa portuguesa de autopistas que da un nuevo paso en la senda del capitalismo más cachondo

Acabo de recibir una carta de estos genios del management, ViaLivre, firmada por su Director Gral, de nombre -garabato- (¿por qué va a molestarse en poner su nombre cuando es el cargo el que cuenta?).
Es la respuesta a una reclamación que puse en Portugal este verano.
Había atravesado Portugal en coche desde Galicia hasta Andalucía... Elegí ir por autopista, que ya era bastante largo el viaje para andarse con regateos. Sale un pico: así a ojo, unos treinta y tantos, cuarenta leuritos (quizá más; es lo que tienen las tarjetas, que no te enteras hasta que es demasiado tarde).
Justo antes de llegar al Sur, paré en una gasolinera y allí me eché una charla de ésas que surgen ocasionales y repentinas con un compatriota español que también iba de camino. "Cuidado cuando tires hacia España desde Faro", me dijo, "hay una autopista donde no hay cabinas para cobrar, tienes que pararte tú en una gasolinera para abonar el viaje". "¿Cómo?". "Sí, un amigo mío, camionero, que hacía ese trayecto con frecuencia se encontró de pronto con una deuda importante con recargo un buen día en el correo de su casa, por haber pasado por allí sin pagar" "Qué me dices? Entonces, ¿está indicado o no que hay que pagar? ¿y dónde?" "Hay carteles que dicen cuánto, pero no dónde. Según vayas andando, verás una gasolinera de Tal (ésa no) y luego más adelante otra de Cual. Párate allí, le dices al de la gasolinera que vas por la autopista, desde qué kilómetro y sueltas la pasta".
Efectivamente después de pagar en la última cabina el equivalente al salario medio mensual de un operario de país en vías de desarrollo (...y que alguna vez alguien dijera que mejor autopista que autovía!... 'tamos locos o qué?), descubrí que allí no había ya cabinas, sólo carretera y manta.
Como soy un pringa'o cumplidor de la ley y no quería que pensaran que los españoles intentamos no pagar estuve pendiente de esa puñetera estación de servicio donde supuestamente tenía que dar el dinero de la tarifa. La encontré, pagué como unos 12 euros e inmediatamente pedí el libro de reclamaciones: Porque pagar, claro que pago, pero el derecho al pataleo no me lo quita nadie!
El chaval que me atendió no se lo quería creer. Por cierto que qué tío más sieso! A mí me encantan en general los portugueses. Todos los que he tratado, y han sido unos cuántos, me han hecho desear que los españoles fuéramos un poco más como ellos, así de trabajadores y serios, y sencillos y buena gente.
Bueno, pues si mis prejuicios eran positivos hacia los portugueses, el del pollo de gasolinera que me facilitó el libro de reclamaciones parecían ser negativos hacia los españoles... O quizá me equivoque y era solo hacia mí, que no le gustaba mi cara, o mi petición que le hacía currar de más. O hacia el mundo en general por ser un trabajador con tan mal horario y tan poco qué hacer. O que sentía esa soberbia del cobrador, del recaudor hacia quien tienes deuda, o yo qué sé. Lo dicho, un cretino.
Mi reclamación era más queja y aviso a la empresa para que rectificara ese sistema tan mierdero, que hace recaer en el usuario la obligación, ya no sólo de pagar por el uso (como es justo y necesario), sino de buscar dónde, saber cómo... sólo les faltaba quedarse en casa, y mandar al viandante de la autopista a pagar su tarifa a casa del Excmo Sr -garabato-, Director General de ViaLivre.
La carta que ahora he recibido dice básicamente que es cosa mía informarme, que es cosa mía pagar, que es mi problema y no el suyo, que ellos no son culpables, pío pío, que lo sienten y luego firman con un garabato subtitulado de cargo excelso para que quede claro que ya han cumplido.
Manda huevos.

Es, creo, un ejemplo práctico de un nuevo fistropecadol capitalismo. En el burguer nos hacen limpiar por ellos y recoger la mesa que usamos. Ahora los de las autopistas portuguesas establecen que es cosa de todos (menos ellos) recaudar el dinero y entregarlo en donde les venga mejor. ¿Por qué tienen que pagar ellos por mantener cabinas o por darles un sueldo a unos señores para que atiendan peajes? Faltaría más! Y encima voy y me quejo... ¿dónde vamos a ir a parar? (eso, diga dónde y luego pásese por mi casa por usar la autopista para llegar allí)

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