2 de octubre de 2011

12 un ¿cuento? recién ¿hecho? (cuánta duda, jajaja) de rafarrojas

Si todos los anteriores son de hace tiempo, años (o muchos años), esto que os voy a poner ahora está recién hecho, cubierto aún de pegajoso moco, restos de vísceras, como potro recién parido. ¿Qué pasa? Que o lo escribo de una tacada o que no escribo en absoluto. O debería decir de una tacadita, porque odio escribir. Sòlo amo haber escrito y me gusta bastante idear, soñar despierto...

Bueno, no es gran cosa, es una porrita (lo escribí en unos 10 minutos ...qué esperáis?) Pero al menos es una porrita nueva (fragante)

12 cuento sin nombre, de rafarrojas


Frente a una playa de arenas blancas, tiene su cabaña un pescador
una cabaña de madera y piedra, con chimenea,
es una sola pieza, habitación, con una cama, una pequeña cocina, una mesa y dos sillas
probablemente hay aparejos de pesca de distintos tamaños, unas redes que esperan un remiendo, y una concha especialmente grande y vistosa, una estrella de mar ya seca, el nombre de un barco tallado en una tablilla (resto de un naufragio q apareció diseminado en la costa)
la sala huele a sal y a pescado, como estableciendo el vínculo de su habitante con el mar.

y las redes seguirán aguardando el remiendo, porque ahora mismo el pescador no está en la casa, sino fuera sentado en las dunas q miran al océano,
entre cañas como los escasos y duros pelos del anciano que se quedó calvo con los años
el viento sopla pero no demasiado, las dunas hacen dudar al viento si soplar o dónde o cuanto,
es otoño
tampoco está el hombre en su pequeño barco de vela como suele
el hombre está sentado, mirando las olas, y hablando con el mar
aunque no le oiga, hay cosas q necesita decirle:

“llevamos, ¿cuánto tiempo juntos? 30 años? 40?
tanto tiempo juntos y solos
y yo te quiero, lo sabes,
eres lo primero que miro al despertarme a través de la única ventana de la cabaña
estoy atento a tu humor, el color con el que vistes hoy, las olas cambiantes
oigo lo que dices con la misma atención con que un padre vigila la respiración de su hijo mientras duerme
tu respiración en olas, en bocanadas de sal, humedo aliento constante
y luego, monto la barca, la preparo, como se enjaeza un caballo para un viaje, y entro
y todos estos años he ido a tu encuentro, buscando de tí el alimento: el pez de plata vieja, la gris sombra, el azul brillante,
los estúpidos peces que te pueblan, inconscientes como briznas de hierba, en tus prados inmensos
hemos venido haciendo lo mismo todos los años, todos los días de nuestra vida, como la rutina de un matrimonio
yo voy a tu encuentro, yo busco, tu niegas, yo insisto, tú me dejas, algo, poco, lo justo para que siga probando
me das migajas, te arranco algo q tú misma te habías olvidado que tenías, tienes tanto…
¡No más!,
¿es justo?
¿no deberías darme algo, sin más, sin lucha, sin esfuerzo?
demuéstrame que me quieres como te quiero yo, con al menos algo de mi entrega
dame sin que tenga que sacartelo, dame sin tener que lucharlo, indagar entre las páginas verdes de tus recuerdos vivientes
dame el pan, el pez, sin pedir a cambio mi esfuerzo
pon a mis pies mil pescados de los miles y miles q cada día vomitan tus entrañas
sin red, sin trampas,
sin condiciones
quiéreme como si fueras humana
como si me vieras, como si reconocieras mi existencia
dime que te importo tanto, más q esos bobos lenguados, q soy tu compañero
por eso. Por eso
dame sin pedir nada a cambio, porque a cambio yo ya te lo he dado todo
el corazón desazonado en sal, comida de sal la madera del barco del alma
ya soy tuyo, y te he dado pruebas ya mil veces, en tormentas, en marejadas, en la íntima quietud de un pairo
eres tú mía? dame entonces, date ahora,
una prueba de amor..."

El pescador, obstinado, permaneció sentado en la duna esperándo

Y espero tanto

Años después, una marea por fin se llevo sus restos
desmemoriada, inhumana, sin voz que nadie pueda realmente comprender, la mar se llevó sus huesos
tal vez sabía en el fondo de su más profunda esencia q era lo correcto
fin

Quiero agradeceros una vez más el detalle de vuestras visitas y de vuestros comentarios, especialmente en esta ocasión a Meme, : )

3 comentarios:

  1. Pues una prosa con la cadencia de la poesía. Está muy bien. A lo mejor te ha llegado subliminalmente lo de que podías escribir algo en presente. Me gusta el monólogo del pescador hacia el mar. Y que podamos interpretar nosotros si le responde con una señal o no.

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  2. Pues hay veces que diez minutos dan para mucho, me gustó el viejo y su discurso, cuantas veces no es al mar a quien no le decimos lo mismo.

    Un abrazo

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  3. Ay, el amor incondicional y a veces no correspondido... más que un cuento, a mí me ha sonado a poesía. No está nada mal para haberlo escrito en diez minutos.

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