19 de diciembre de 2009

El nombre del mundo es bosque. O cómo crear con lo mismo de siempre.








Rectifico algo que dije antes, y me alegro de hacerlo. Sí que queda buen cine, y en cantidades. En poco tiempo he visto buenas películas, cada una en su estilo:
"El secreto de sus ojos" de Campanella (creo q se llama), una historia sencilla y profunda, preciosa y simple, con unos personajes super bien hechos y con un fondo tierno que devuelve la confianza en el ser humano. ¡Qué Dios bendiga al cine argentino!
"2012", que tiene una escena que tal vez dura, ¿qué? ¿diez minutos? y me recordó aquel comienzo de la película de "Indiana Jones y el Templo Maldito", persiguiendo una probeta que rodaba mientras se hacía el caos en el restaurante en China y sonaban tiros y "anything goes" (Cole Porter colándose en pleno John Williams).... adrenalina, emoción, entretenimiento estilo montaña rusa, ... y muy bien hecho....
"Si la cosa funciona", bueno, a lo mejor no es lo más de lo más, pero teniéndo en cuenta que era Woody y no el anuncio de Freixenet o de Visite Barna de la Consellería de Turisme de Barselona que fue "Vicky y Cristina...", pues me gusto también, y me hizo pensar y sonreir mientras lo hacía.
"Lluvia de albóndigas" siendo una historieta de niños y aunque Flippy tenga tan poco nivel como actor de doblaje como lo tiene Emilio Aragón (lo que pasa es que los dos caen bien), es imaginación pura y dura, ...aunque resulte casi obsceno ese desperdicio de comida o esa exhibición de ella en un mundo donde hay tanto hambre...
Y ahora llego a la que acabo de ver.
Estoy esperando para irme a la cama para ver si me la vuelvo a pasar en sesión privada detrás de los párpados, el único pase donde puedo participar como protagonista de la historia (aunque sea un poco como mi perro cuando intenta cubrir su olor, refregándome en la imaginación ajena a ver si me deja tufillo de maravilla....).
"Avatar".
Peliculón.
James Cameron.
Joder.
Se ha gastado una pasta, dicen. Pero bien gastada. Una señora creación.
Y eso, a pesar de que la historia se haya contado ya mil veces, en "Ferngully", donde unos hombres malos querían talar el bosque de los duendes o silfos o lo q fuera aquello y había humo que envenenaba el bosque,
o en "Los últimos días del Edén" donde vemos en que queda la defensa de la jungla tropical.
O en libros, un mix entre "El nombre del mundo es bosque" de Ursula K LeGuin

(y hago un corta y pega de una crítica que he visto en la red de este libro, porque me da pereza escribirla yo, y resume el tema: La novela viene a hablar de un grupo de colonos (brutales colonos) que se dedican a talar un mundo-bosque porque la Tierra ha agotado su producción de madera y es preciso sacarla de donde sea. El caso es que los brutales colonos ha esclavizado a una buena cantidad de miembros de la raza local. Estos también resultan ser humanos, LeGuin propone en la novela, ambientada en el universo del Ekumen, que una raza todavía más antigua se dedicó a sembrar de vida todos los mundos habitables posibles, de ahí que todos los extraterrestres son prácticamente la misma raza, genéticamente hablando, aunque con las inevitables diferencias que el tiempo y el aislamiento han provocado, y de ahí que el bosque sea tan rentable, los mismos o parecidos robles, pinos, chopos, olmos, etc, etc. proporcionan la madera perfecta para explotar.
Naturalmente, los nativos son tratados con la conveniente brutalidad por los colonos excepto por el personaje concienciado de turno que los comprende y aprecia. Los nativos, también por supuesto, están un nivel ético por encima de los humanos (que cosas, no se matan entre ellos) pero claro, mejor no irritales...
Comentarios de: Francisco José Súñer Iglesias
en http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01199.htm)
y tiene un poco también de las historias de "Semillas Estelares" de James Blish "Los hechos eran simples e implacables. Sweeny era un Hombre Adaptado. Adaptado, en su caso, al frío extremo, a la débil gravedad y a la ténue y malsana atmósfera que prevalecía...."
Y para rematar dos cosas más, aquellas imágenes del bestiario del Flash Gordon de Alex Raymond, el art decó, los años 20 y los seres semimitológicos de Mongo.
Y otra, el plástico color de tempera del mundo de Más Allá de los Sueños (aquella historieta de Robin Williams y Anabella Sciorra cuyo mayor valor era precisamente pintar la realidad como óleos y acuarelas y luego tal vez el canto al amor eterno)


En fin, que nada nuevo, en teoría. Pero con los mismos ingredientes que uso yo para cocinar, Arzak hace maravillas y yo sólo huevos fritos. Y Cameron lo mezcla todo y sabe a cine del mejor, de cinco estrellas o seis, y si no sales con la absoluta creencia de que has estado durante un rato en otro mundo, oye, que lo tuyo no es el cine... lee ensayo como hace mi amigo Luis.

1 comentario:

  1. Por fin vuelvo a leer de tus entradas, que yo tampoco tengo mucho tiempo, si no es por que estudio es porque lo pierdo, anyway... me ha gustado mucho esta, aunque hay parte que no me he enterado de mucho (lo de las novelas o libros) porque leer por desgracia no es lo mio.
    Ya veré tus recomendaciones quitando lluvia de albóndigas (que para variar le buscas los tres pies al gato con lo de el hambre en el mundo, los niños la disfrutan igual porque cuando están en el cine están en ese mundo aparte como tú dices, y comparto, y no piensan en el hambre en el mundo como qué pena sino como ojalá pudiésemos mandar esa comida)
    un abrazo

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