Al final, todos acabamos estableciendo una colonia en la web. Allí está el mundo entero, dicen. Y no queremos ser menos. Aunque el precio que haya que pagar sea el de mostrar las cosas que no queremos decir, lo íntimo y secreto, lo vergonzoso-vergonzante, y lo que es peor... lo que se podría (podría, puñetero potencial) vender algún día. Pero ese día en que me paguen por compartir lo que se me pasa por la cabeza parece no venir nunca. Antes decían que el que vale, escribe, y el que no vale, se hace periodista. O escribe un blog. Y lo que resulta aún más triste y lastimoso, aparte de esa suma infinita de individuos gritando en hojas blancas que tienen mucho que decir a nadie en concreto, islas de un solo cocotero, es que incluso ellos, pobres de espíritu, tienen sus ladrones, plagiadores de cualquier atisbo aunque sea diminuto de riqueza, de talento, de ideas... Como el que se quejaba de lo poco q tenía para comer, volvió la vista y vió a otro con un aspecto aún más lamentable recogiendo sus migajas. Pues a mí no conforta ver mis migajas en manos de otro. Soy egoista. No quiero regalar lo que no puedo vender.
Así que esa es la situación: en el mejor del peor de los casos, tu única frase atractiva, la única idea con cierto tirón, es recogida por alguien con aún menos talento y sin ningún escrúpulo. Eso me cuenta mi amiga mamots, cuyos blogs fueron pirateados por una mujer de encefalograma plano.
Y por otro lado, y no sé qué es peor, el vacío de ideas que no cubre la verborrea.
Así que fijaré una Regla Sumamente Estúpida: NO COPIEIS NADA DE LO QUE DIGA AQUÍ. Sin embargo, sería fantástico recibir glosas, añadidos, comentarios, complementos para lo que escriba.... Es una regla estúpida porque no tengo fuerza coercitiva para obligaros, y la verdad lo último que haría, salvo petición expresa, es leer las chorradas que otros como yo escriben en sus privados blogs, sus diarios de Peter Pan que parecen hechos por adolescentes plenos de hormonas y granos pero que arrastran años y años de miseria intelectual... Así que no me enteraré si me copiáis, y el infierno os reserve una parcela con vistas a mujeres feas y rolleras baratos si lo hacéis.
¿Quién sabe donde?
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¿Pero dónde leches está? La maldita puerta, la del texto de arriba, la que
--estoy de acuerdo con A J-- debería aparecer en algún momento. ¿Dónde
c*j...
Hace 2 días
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Bienvenida sea la libre expresión de ideas... Ahora bien, no necesariamente lo que digas será compartido por mí, ni lo daré por cierto, válido o bueno.
Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)