Si os digo que me he leido cuatro libros en una semana, diréis cosas como "uh, cómo lee este chaval!" y pensaréis que soy un tipo intelectual y sesudo, un mussshasho cultiva'o...
Ahora si os digo qué libros son esos, rápidamente cambiaréis de opinión, porque son (como podéis ver en las imágenes de al lado) literatura menor, si es que se pueden considerar siquiera literatura. Un cerebro poblado, sí, pero de naderías superficiales e infantiloides.
Es como bañarse en la piscina de los pequeños, donde el agua no alcanza al pecho. Y alguien podría incluso decir que no es agua, que ese calorcito que tiene es sospechoso y el color... es tan amarilla el agua normalmente?
Pero mientras, vadeas en el caldo sintiendo los pies firmes en el suelo de mosaico clarito, compañero de los infantes, un poco avergonzado del placer de chapotear sin hundirse, de mojarse sin nadar... Qué hace un hombre hecho y derecho en ese charco? A lo mejor es un poco retrasado, de esos que no llegan a crecer nunca....
Frente a eso, leer a Victor Hugo, los diálogos de Platón, el Zarathustra de Nietzsche, el proceso de Kafka... eso es alta mar, aguas profundas...
Pero en el océano hay corrientes y remolinos y bichos sueltos, abisales, que te pueden comer a mordiscos, y hay falta de luz y frío y ahogo.
El océano es demasiado grande, y peligroso, y oscuro, y no le importa un bledo si no le sobrevives. No acabo de ver la ventaja, si no es para que alguien diga de tí "es un curtido lobo de mar (de letras)".
Jack Campbell es un soldadito metido a escritor. Marine, creo. Como lo fue Heinlein, pero sin su talento. De España me traje los tres primeros de esta serie "La Flota Perdida" que trata de una vuelta a casa accidentada. Las naves de la Alianza luchan una batalla que parece ser la última contra sus enemigos, los Síndicos (capitalistas salvajes o soviéticos salvajes, los extremos se tocan), con los que llevan pegándose más de 100 años. Un hombre, Black John Geary, surge como el líder de la vapuleada flota para conseguir su huida. Y luego la narración de sus batallas: en formación delta o alpha o epsilón o... los cruceros de batallas, los destructores, las naves auxiliares... disparan sus rayos, explotan las minas, lanzan su metralla... "aye, aye, sir".... Dicen que refleja muy bien la disposición de las naves en las batallitas.... Luego, resulta curioso ver cómo se tratan los militares entre ellos, en plan oficial y caballero, y la de veces que salen las palabras "honor" y "valentía" y "responsabilidad" y "sacrificio", y los protocolos de sus reuniones, y la forma en que plantean sus discusiones que no es como lo haríamos nosotros, pobres civiles, porque rara vez llaman a las cosas por su nombre...
Bueno, en resumen, que tras leer los tres primeros en español en enero, ahora he comprado el cuarto aquí (y son seis)... y repite lo mismo una y otra vez, y no aporta nada nuevo, pero igualmente llena el tiempo en el autobús.
Y voy acumulando como cromos, los volúmenes de ese subgénero de la sci-fi, la space-opera: en el Seafort de Fentucci (oscuro tipo que acaba siendo el Supremo Líder, aunq jura y perjura que no quería) y en la Honor Harrington de Weber (maciza superestratega que además es BestFriendForEver de la realeza, ella, mira si es guay y divina de la muerte!).
Y luego un escalón por encima en cuanto a argumento y calidad literaria, en mi enano favorito, el Miles de Lois McMasterBujold, al que sus tropas seguirían hasta la mue'te (y yo también, que cae bien el jodío), y en lo de Chanur de Willis con la chica leona (cuidado con dejarte llevar en el catre que como te arañe la espalda en un momento de pasión te dejará hesssho unos zorros)....
Ah, y John Scalzi, el actual presi de la SFWA, el gremio de escritores USA, que sacó "La vieja guardia"... No estaba mal. Pero oye, q todos esos militares se quejan mucho de la política pero todos acaban metidos en cabildeos, también en este caso.
Y por supuesto, Heinlein, que todavía no sé de qué iba o si iba de algo, fundamentalista o libertario, o fundamentalista libertario, en plan yanqui individualista a ultranza pero que acaba metido en luchas y guerras. Si viviera ahora Heinlein, sería del Tea Party?
Y ese otro Michael Cobley, del que acabo de leer la trilogía (o escribes tres o no eres nadie): The humanity's fire, que vende ecologismo, que está tan de moda....
Y de Percy Jackson ya conté lo que pensaba en http://rafarrojas-lanadaylafuga.blogspot.com/2010/11/percy-jackson-y-harry-potter-parecidos.html
Tengo la manía de leer todo lo que leen mis chicos así que me baño en la pisci de los peques a menudo, y ¿sabes? me gusta.
ResponderEliminarPues iba a comentar... "uh, cómo lee este chaval!" pensando que eres un tipo intelectual y sesudo, un mussshasho cultiva'o... y aún así reafirmo la opinión, pues la literatura, el cine, la música, tiene su momento y estado de ánimo, que aunque pueda parecer de carácter menor o mayor, no siempre se está predispuesto a leer a Hegel, ver cine de Buñuel o escuchar al Coltrane más subversivo. Así que amigo, bien leído.
ResponderEliminarQué gran simil!
ResponderEliminarOye, te envié un correo diciéndote que no pude ir a verte porque estaba en el Camino, así que cuando quieras organizamos algo!