Bueno, ya estoy de vuelta en Noruega. Y en este blog apurgarado y mohoso. Lo abro con la desconfianza de profanador de pirámide egipcia. El aire rancio puede ser mortal. "A ver, Tutan! (los amigos llamamos así a Tutankamón), que hay que levantarse! Corre esas cortinas, hommme! Que entre el sol!"
Los habitantes de la ciudad dentro de la bola de cristal están deseando que dejen de agitarlos, que la nieve se pose. Los copos que llevan vientos de miles de kilómetros por hora impiden ver alrededor. Y las ideas vuelan, sin posarse, sin dejar un suelo blanco y liso, uniforme como una historia.
Apenas he empezado a leer y mucho menos a escribir. Acabo de cumplir años y total pa' qué.
¿Quién sabe donde?
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¿Pero dónde leches está? La maldita puerta, la del texto de arriba, la que
--estoy de acuerdo con A J-- debería aparecer en algún momento. ¿Dónde
c*j...
Hace 8 horas
¿Entonces ya has vuelto a Noruega? Esto no hace sino aumentar aún más el estado de shock en el que me dejaste al invitarme a desayunar contigo y tu hija.
ResponderEliminarCumplir años no sirve para nada, pero es algo que pasa y no lo podemos evitar, así que mejor celebrarlo. Felicidades!
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