Este verano voy a tomarme vacaciones de mí mismo. Todavía no sé en qué persona veranearé: tal vez un yo paciente y tranquilo, con vistas al mar... Aunque también me gusta ese otro yo, agreste, activo, lleno de vitalidad, escarpado yo.
Lo que sé es que no quiero quedarme aquí con el mismo "migo mismo" de siempre.
A ése, el urbanita, el que vive aislado en un cubículo, le suben cucarachas por la noche por las alcantarillas y le corretean como pensamientos negros sobre asfalto asfixiado. Gris.
¿Quién sabe donde?
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¿Pero dónde leches está? La maldita puerta, la del texto de arriba, la que
--estoy de acuerdo con A J-- debería aparecer en algún momento. ¿Dónde
c*j...
Hace 2 días
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