Del gr. ὀξύμωρον oxýmōron.
1. m. Ret. Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.
Silencio atronador, pobre rico... y, ese otro oximorón famoso, a modo de burla-broma: inteligencia militar... Pero hay uno más gordo, que nos pasa desapercibido y eso que vivimos en él. El oximorón definitivo: EL LIBRE MERCADO.¿Qué coño? El mercado no es libre. No sé si alguna vez lo fue. Pero, sin ninguna duda, ahora no lo es en absoluto. Una serie (cada vez menor) de empresas deciden la oferta. (Y financian a los que regulan el mercado con sus leyes).
Pongamos un ejemplo al azar: Voy al cine, pero el cine sólo pone lo que establecen sus dueños. Y sus dueños sólo ponen lo que les dan las distribuidoras. Y las distribuidoras dependen de los productores (cuando no son los mismos). Etc.
Disney copa, ¿qué?, ¿un 40% de la industria global del entretenimiento? Disney decide qué se hace, qué se ve, qué se consume en un 40% de los casos. Decide qué historias se cuentan, cuándo y cómo. Y también, sino directamente, qué no llega, qué no se ve, qué no oye.
Cierto, hay excepciones.
¿Pero tú cómo llamarías a una sociedad donde sólo algunos son libres y todos los demás son esclavos? ¿La llamarías libre? Somos esclavos del mercado que tenemos, podemos sólo comprar lo que ponen a nuestro alcance y al precio que nos dan. Con un poco de mala suerte, sólo podremos plantar Monsanto.
¿Cuántas veces has oido la respuesta de "lo siento, es política de la empresa" como forma de negarte algo a lo que tal vez tendrías derecho si tuvieras forma de hacer valer ningún derecho? Un banco te dice que no te atiende en la ventanilla y te obliga a usar un cajero. Es por nuestro bien, por agilizar, dicen. Pero curiosamente los que ganan siempre son ellos, que no pagan a alguien por atenderte, que no tienen que aguantarte. Es más, ya no hay una responsabilidad personal (salvo la tuya). La suya es que falló la informática, no ellos.
No somos esclavos porque sean más fuertes. Somos esclavos porque no ponemos el suficiente interés en ser otra cosa.
Porque las grandes empresas no son tontas, ni mucho menos, y si no pueden conseguir algo por fuerza, lo hacen mediante engaño o trampa o manipulación. Han desarrollado un músculo que ya quisiera Schwarzenegger para ocultarse, un poder que ni el anillo de Sauron para atraerte y atarte a las tinieblas. (tengo curiosidad por leer Merchants of Doubt, de la profesora de Harvard, Naomi Oreskes).
Sus departamentos de comunicación y RP han tenido años (desde la segunda gran guerra) para desarrollar todas las armas retóricas necesarias, empezando con la primera línea de la publicidad pero alcanzando todo lo demás. Como resume este video: