6 de febrero de 2014

y los últimos serán los primeros: de cómo se cuela esta entrada que fue comentario de feisbú en el blog antes que otras cosas de las que quería hablaros

Vale, tenemos foto que cuelga una amiga sobre chica rellenita en bikini asumiendo sus kilos y enfrentándose a cualquiera que tenga algo que decir al respecto: ella es ella y a los que la vean mal que les den.
Los amigos de mi amiga se apresuran a dar al jodido like y a decir que sí, que cuánta razón tiene, que ole sus huevos y que todo el mundo debería librarse de prejuicios, vergüenzas y timideces.
Me puse a contestar y me salió un comentario (reflexión chorra) que me apetecía compartir con vosotros:
LA FOTO EN CUESTIÓN:

 MI OPINIÓN 
Aquí hay varios temas mezclados y como siempre que eso ocurre, la discusión está "comprometida", la argumentación en peligro, desde el principio. 
En primer lugar el rechazo al rechazo de la gordura: 
Vale, sí, nadie puede machacarte por ser gordo, qué asco de gordo, jodío gordo de mierda, etc. 
Puedes decir simplemente que nadie tiene derecho a machacarte (bulearte, nuevo verbo) y punto.
Otra cosa es si es realmente una razón de peso el peso para descalificar a nadie: ¡oño, parece como si lo equipararan a ser violador, asesino (o simplemente un tío mezquino)!. 
Incluso si el sobrepeso es muestra de una deficiencia de carácter (pereza, para moverse; glotonería, incapacidad para controlarse...) en el peor de los casos sería como condenar a muerte a alguien por robar un lápiz. 
Y desde luego la libertad personal está por encima de cualquier otra consideración: eres libre de estar gordo, de fumar, de no cepillarte los dientes, de no hacer deporte, de ... El extremo es que eres libre de suicidarte, así que desde luego lo eres de tomarte dos donuts de más. 
La siguiente parte es lo de la tiranía de la moda, que es la forma más idiota de tiranía a la que nos sometemos. Y los inventos de la industria que fija cánones gilipollas de belleza: esas modelos biafreñas, esqueléticas, esclavas de la dieta, catécticas, anoréxicas... un pecado en sí mismo. 
Pero tan absurdo es fijar como modelo a esas anatomías de un asesinato, radiografías de personas, como dar por natural el sobrepeso. 
Somos animales diseñados para tener un peso determinado que nos permita funcionar a la perfección: correr, bailar, hacer esfuerzos, doblarnos, tener flexibilidad, fuerza, resistencia... La gordura NO es natural. 
Otra cosa es que no importe que no lo sea. Tampoco es natural no tener pelo en la cara para los tíos, pero nos afeitamos. O lo que decía antes, que vale, que somos libres de ir contra la naturaleza (con sus consecuencias y efectos).
Esta chica a la que sólo puedo juzgar por el exterior está rellenita. 
Puede ser lista, tener un sentido del humor de cojones, ser una gran persona, contar con un talento artístico o científico del carajo.... pero está sobradita de peso.
Así que, si fuera mi hija, mi novia (mi madre con dificultad) yo querría que estuviera primero como le diera la gana y segundo como mejor pudiera y eso incluye un poquito más de deporte, supongo... 
Y pa terminar el rollo: a mí me sobran kilos.... y me la pela (casi siempre... excepto cuando una mujer deja de desearme por ello... entonces me jode,... pero no lo suficiente como para hacer algo al respecto...)

TEXTO ORIGINAL AJENO QUE ACOMPAÑABA LA FOTO EN EL PUTO FEISBU:
"Hoy conocí a una estudiante de la Universidad de Nueva York llamada Stella. Le tomé una foto. Poco después, me platicó sobre un autorretrato que recientemente posteó en Tumblr. Así es que, en lugar de la foto que le tomé, aquí tienen su autorretrato y el texto con el que la acompañó:
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ADVERTENCIA: Esta foto puede ser considerada obscena porque la modelo no es delgada. Y todas y todos sabemos que solo la gente delgada puede mostrar sus abdómenes y enorgullecerse de sí misma. Bueno... pues yo no estoy de acuerdo. Este es mi cuerpo. No tuyo. MÍO. Lo que quiere decir que las decisiones que tome sobre él, no son tu puto problema. Lo que quiere decir que mi talla NO ES TU PUTO PROBLEMA.
Si mi panza grande y mis brazos gordos y mis estrías y mis muslos anchos te ofenden, no importa. No voy a esconder mi cuerpo y mi ser para no herir susceptibilidades.
Esta foto es para el extraño hombre en la iglesia de mi abuela, que me dijo que estaba demasiado panzona cuando tenía cinco años.
Esta foto es para mi entrenador de equitación, que me dijo que estaba demasiado gorda cuando tenía nueve años.
Esta foto es para la niña en mi campamento de verano que me dijo que sería verdaderamente bonita si tan sólo bajara unos cuantos kilos.
Esta foto es para todos los estúpidos agentes publicitarios, que insisten en vendernos cremas para deshacernos de las estrías, las cuales son la cosa más normal del mundo y la mayoría de las personas las tenemos (las mías me salieron en la pubertad).
Esta foto es para el chavo en la fiesta, que me dijo que parecía una ballena varada.
Esta foto es para Emily de la secundaria, que me buleaba incesantemente, hacía videos burlones sobre mí, me enviaba correos asquerosos y me llamaba "manteca". Me hacía sentir como si ni siquiera mereciera estar viva, sólo porque mi tamaño era mayor al suyo. Tenía 12 años. Y continuó buleándome por redes sociales hasta la preparatoria.
SOBRE TODO, esta foto es para mí. Para la chava que odiaba su cuerpo tanto que tomó medidas extremas intentando cambiarlo. Que lloraba por horas por el hecho de que jamás sería delgada. Que era acosada y atormentada y herida por el simple hecho de ser quien es.
Todo eso quedó en el pasado.
ESTE ES MI CUERPO. SUPÉRENLO."

2 comentarios:

  1. Que la protagonista del post y la foto no tiene vergüenza parece estar claro, el porqué la ha perdido es otra cosa. ¿Rebelión?, ¿estoy por encima de todo como el aceite?, ¿hartura de los cánones que nos esclavizan?, ¿realmente no me da igual pero hago como qué?, en fin, un largo debate con múltiples argumentos y contraargumentos que mejor con unas cervezas (y algo para picar).

    No te faltan razones, o dos o tres.
    Abrazo de oso.

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  2. La gente que es capaz de ser feliz por encima de sus defectos merece como mínimo ser respetada. Nadie vive dentro del prójimo, nada podemos saber de sus traumas o inseguridades, y lo que está claro es que todos, absolutamente, tenemos a lo largo de nuestra vida o en algún momento dado que aceptar nuestras propias barreras, (físicas, mentales o emocionales).
    En realidad se trata de eso, de aprender a ser feliz sin que la opinión ajena te condicione, y si la chica de la fotografía lo ha conseguido, ¿quiénes somos nosotros para juzgar lo que creemos una tara física?
    Lo único que debe preocuparle es la propia salud, ahí existe un riesgo, sea cardiovascular, de hipertensión, etc. Pero claro está, ese también es su problema, su decisión.

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Sin embargo, qué gusto tener gente que acude a mi convocatoria (soy muy simple)