En el monte nos lo encontramos. Abandonado. Es jovencillo, no debe tener más de ocho meses. Un hijoputa lo había dejado allí. Estaba famélico.
Se le vé muy bueno, muy tranquilo (incluso teniendo cosas de cachorro aún), muy bonito. Y muy dócil. Un perro perfecto para cualquier familia.
Desgraciadamente, yo ya tengo perro. Y gato. Y no puedo seguir recogiendo cualquier bicho que me encuentre por ahí... Así que si alguien lo quiere adoptar, yo se lo daré con gusto (y una parte importante de penilla).
Mandad un comentario y yo me pondré en contacto con quien sea.
Los que abandonan a los perros son unos auténticos hijos de puta! Qué rabia me da!!!!
ResponderEliminarYa le encontramos dueño. Y me siento triste y feliz.
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