30 de mayo de 2013

Lo Que Newton Jamás Enunció

Hoy os voy a hablar de las Grandes Verdades Fundamentales, las de cosecha personal que he ido recogiendo a lo largo de los años. Es posible que, los que me conozcáis en La Realidad, me las hayáis oido citar en alguna ocasión y a lo mejor hasta me he referido a ellas en este blog, pero nunca había intentado juntarlas y explicarlas.

Son principios que una y otra vez han demostrado su validez, el peldaño evolutivo siguiente a las citas. Reclamo su autoría, incluso si existen otras ideas semejantes, o relacionadas, en algún sitio, porque fueron en su momento epifanías propias, la realización, la condensación íntima y visceral de un conocimiento que de pronto se convierte en frase lapidaria, en sentencia definitiva.

Dicho esto, paso a exponer las que recuerdo ahora mismo (que estoy a punto de aplicar una):

- LEY DE COMPENSACIÓN UNIVERSAL: esta ley parte de la premisa de que si Superman es invulnerable y no puede ser herido por una bala, tampoco puede notar en sus labios la presión de unos labios amorosos (no puede disfrutar de un beso). Si no puede quemarse con las llamas, tampoco puede sentir el calor del sol un día de playa o la caricia de una mano amiga.... Superman es una superpiedra. Y colijo (lo que puede parecer absurdo pero es en realidad forma cuántica de razonamiento) que lo único que nos separa de ser Superman es estar dispuestos a admitir sus consecuencias negativas, ser superpiedras. Puede parecer una estupidez propia de un aficionado a los comics friki, aunque nunca cabe descartar la sabiduría venga de donde venga: Stan Lee dixit (en boca de Spiderman): “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y yo mantengo que un gran poder supone una gran debilidad, una enorme contrapartida negativa que compensa contablemente las igualmente astronómicas ventajas. Esta ley por un lado me reconcilia con la idea de renunciar a ser Superman o famoso o rico o modelo de calendario sobre el que las mujeres babean, porque significaría perder otros superpoderes tales como besar y acariciar o la privacidad o la tranquilidad espiritual del que sabe que no tiene nada valioso que interese a los ladrones o que tiene que decir no al tercer plato de judiones.... Pero al mismo tiempo sí por el contrario elijo la senda de sacrificios, trabajos, pérdidas, riesgos me saben a menos porque sé que el cielo es el límite y tarde o temprano Superman echará a volar. Y ser Superman es, después de todo, algo sumamente guay.


- PRINCIPIO DE LA FINITUD DE LA AMISTAD o “la amistad no tiene límites pero los amigos, sí”, que resume esa paradoja de sentir que hemos nacido para querer sin límite, sin pausa ni tregua, y luego encontrarnos como el Cid, que sería un gran vasallo, si tuviera un gran señor, con amistades que no son como las que aparecen en los libros o en las películas de entrega absoluta, más que hermanos: mis amigos, los reales, en toda la gama del espectro, no me dan todo lo que espero de ellos... Pero como tampoco yo les doy todo lo que esperan de mí. Siendo justos no llego a ser consciente de todas las veces en que he sido yo el que he fallado, pero sé que son miles e inmensas. El toma y daca real se parece más a desconfiado intercambio de rehenes entre soviéticos y occidentales en la Guerra Fría, yo no suelto lo mío hasta saber que tú sueltas lo tuyo (y ¿qué fue antes: el huevo o la gallina? )

Es más, ni siquiera llegan a estar compensadas jamás las dos partes de esa ecuación que convierte la suma de uno más uno en algo superior a dos por maravilla de las ciencias inexactas del alma. Y tal vez sea por ese uno no es realmente un uno completo, entero, sino partes de uno, tan único en su porcentaje y composición que jamás podría encontrar igual, ... desgraciadamente. Incluso mi mejor amiga, mi media naranja, coincide casi casi casi casi (etc) a la perfección con mis anaranjados bordes y protuberancias haciéndonos cuando nos juntamos muuuuy semejantes a una rotunda fruta sin grietas ni marcas... salvo que no lo somos....

Un amigo mío lo expresaba así: “yo no daría mi vida por tí... pero daría mi mano derecha”. Supongo que no se puede pedir más.

- LEY RELATIVISTA DE LOS 5 MINUTOS. Cuando oigas las palabras “... pero eso lo haces tú en cinco minutos”, ¡huye! ¡corre como si tu vida dependiera de ello! porque estás a punto de ser atrapado en el horizonte de eventos de un agujero negro, donde el tiempo transcurre de forma relativista, como una visita al reino submarino de la sirena irlandesa donde unos días de vida se transformaban en años en la superficie y cuando te tomabas unas vacaciones del romance, tus tataranietos ya tenían pelo en el pecho y tus comics habían quedado reducidos a polvo (sin importar en qué funda los hubieras resguardado). Nada, absolutamente nada, que merezca la pena se hace en cinco minutos. “Atajo corto, retraso largo” decía Tolkien y “cuanto más deprisa más despacio” mi madre. Eso que sabemos y sufrimos los que estamos dentro de esa esfera maldita de espacio-tiempo lo ignoran absolutamente los que están fuera de ella. Yo mismo, que muchas veces he sufrido lo de “eso lo haces tú....”, puedo haber dicho/creido en algún otro momento que Tal o Cual podrían resolver eso en los jodidos cinco minutos de marras. El faraón hablando sobre las pirámides diciéndole a Pepe, su esclavo-jefe de obras,: “Eso tú en 5...!”


No sabemos lo que es. No lo queremos saber tampoco para poder decirlo también en algún momento. Hice la prueba: intenté traer conmigo a casa a un amigo para que resiguiera mis actos en tiempo real mientras hacía una de esas “naderías que tú te liquidas en breve” y asistí a los cambios rapidísimos de sus facciones de la incomodidad al aburrimiento, e incluso a la rabia, como animal atrapado.... Lo más que conseguí es que creyera que no quería o que realmente no sabía (porque uno que sabe no tarda más de 5,... bueno, venga, 6 minutos).

- LA PARADOJA DEL FINAL FELIZ, o no existen los finales felices, porque si es final no es feliz y si es feliz no es final, no quieres que acabe: “don juan, don juan, la puntita nada más” y su contrapartida, el matrimonio que fuera perfecto que de pronto se acaba en separación y divorcio y de pronto todos esos años felices se convierten en cenizas en nuestra boca, en bilis en nuestro estómago. Sólo existen pellizcos en la piel del tiempo, atrapados entre dedos torpes-gordos y el llamado final feliz no considera el análisis diacrónico tipo marx-weber, la historia representada como una sucesión dinámica de eventos y cambios...

- LEY DE IMPENETRABILIDAD DE LOS SENTIMIENTOS: dos pasiones no pueden ocupar el mismo tiempo y espacio. Somos seres secuenciales. Si nos inunda la ira no podemos estar alegres, si nos estamos riendo no podemos tener miedo, aunque a ratos parezca que vienen muy seguidas unas emociones de otras, pero esa mezcla no es homogénea, disolución, sino heterogénea, y si acercas la vista distinguirás entre una y otra. Otra cosa es que sepamos identificar claramente qué es cada cosa, y supongamos que tenemos depresión, cuando lo que tenemos es la visita de su primo segundo, el aburrimiento, o de su bondadosa tía, la melancolía.... Todos las filosofías, religiones, y ahora los libros de autoayuda, apuntan a la extraordinaria importancia del auto-control, de dominarnos a nosotros mismos para conquistarnos a nosotros mismos, de conseguir lo que queremos a largo plazo renunciando a lo que deseamos instintivamente a corto. En todo caso es una guerra, entre el bien y el mal, entre lo positivo y lo negativo (siempre positivo, decía el sabio Van Gaal)... Guerra a muerte. Yo hoy (ayer) finalmente he decidido que ya está bien, que estoy harto. Estoy lo suficientemente cabreado conmigo mismo, con mis eternos lloriqueos, con mis eternas quejas, para vestirme las armas. Battle stations! Hoy voy a ser feliz aunque sea a leches, : )

26 de mayo de 2013

Necesidades

- Coca-cola para beber (el agua es peor que insípida).

- Tabaco para respirar (hace tiempo muté a anfibio: sólo soporto el tacto del aire desnudo en mis pulmones un tiempo breve antes de empezar a boquear como sapo que se seca al sol)

- Historias (pero no la mía, a la que no veo final feliz, ni interés ni gracia. Historias que me permitan vivir sin tener que vivir, pensar sin tener que pensar, ser sin tener que ser). Perder a posta esa pequeña aguja que amenaza clavárseme en el cerebro, cubriéndola de paja y más paja, que desarma su filo.
 Amor entre dos mundos (5 y medio), Oblivion (5 y medio), Memorias de un Zombie adolescente (5 y medio), Iron Man 3 (5), Oz Un Mundo de Fantasía (3), Un lugar donde refugiarse (1), Hermosas Criaturas (5 y medio), The host (4)... y me quedo ya sin pelis de las que vería sin pensarlo, sabiendo que no hay que hacerlo. Se suceden sin cuento y ninguna supera el 5 y medio sobre diez en una escala de compañía en el vacío al que he huido.
Como Conocí A Vuestra Madre (7), Bones (6), Castle (7), Grim (7), Ben 10 Omniverse (7 y medio), Once Upon a Time (6), Defiance (6), Continuum (6), Green Lantern The Animated Series (7 y medio)... ¡se acaban, se acaban!, ¡dame más, dame más!...
 Motín, Mercenario y Pirata de Mike Resnick (7 y medio), Lost Fleet Beyond the Frontier de Jack Campbell (6), Rebelde de Mike Sheperd (5 y medio), Puck de Rudyard Kipling (6), y ahora una promesa: el ciclo de La Rueda del Tiempo de Robert Jordan, 20 volúmenes (ya han caido cuatro).... ¡terminan, terminan!, ¿y qué será de mí?, sé que estoy esperando vengativo al otro lado...
El blog ahora manchado de tristeza (para comunicar habría que articular pero el desaliento descompone hasta los gritos, los asordina, los enmudece... 3 y a ratos 4), comentarios a otros blogs (esto tiene que servir para algo, tender puentes, crear lazos, salir de aquí a allá donde están los Otros y sus historias...5 y, a veces, 5 y medio), comprobar el mail (no, nada nuevo), comprobar facebook (esto tiene que servir para algo, tender puentes, crear lazos, salir de aquí hasta ese allá donde están los Otros, y sus historias... mucha cita, frase lapidaria de autoayuda o autoafirmación, incluso dos chistes... 3), mirar noruego (mirar cómo se va, como si fuera amor que habría podido ser si hubiera pasado de ser charlita de presentación, small talk, alejándose en tren... plano general de estación de tren, tren que parte, 2 y por empeñarse), hacer la casa (y recibir palmaditas de aprobación por ello, 3, 4, 5 e incluso algún día 5 y medio, trabajos manuales posibles asequibles, propósitos realizables, un fantasma de sentido en el general sinsentido-sinobjetivo...), recaditos variados (que siga girando la máquina), tres conversaciones con buena gente (un 6 e incluso 7), y besos y abrazos y consuelo en los besos y abrazos con mi mujer (desde aterrador 3 cuando no caigo bien, hasta 8 y medio durante breves instantes de maravilloso olvido), leer sobre cine o literatura o cualquier cosa en una búsqueda de google (5), hacer un flash (5 y medio), ejercer de padre (de 3 a 4 y medio), ejercer de dueño de mascotas (de 1, el gato, a 3 y medio, el perro)... FIN

24 de mayo de 2013

Sobre la felicidad

A estas horas insomnes (son casi las cinco de la mañana), surgen preguntas cuando intento dormir:
-¿Tengo derecho a ser feliz?
Y me vienen a la cabeza las mil y una frasecitas que pueblan el Facebook (feisbu) por parte de personas que decoran con citas ajenas sus perfiles como arropando la desnudez de su ingenio con el de otros. O bien intencionadas, como alentando esperanzas en su prójimo. O como niños que silban en la oscuridad para sobreponerse a ella, intentando recuperar la ilusión de la luz que hubo antes y con suerte habrá luego...
Libros de auto-ayuda resumidos en dos párrafos, y voces de rolleras proclamando que sí, que tienes derecho (en segunda persona siempre escriben los rolleras para que les prestes atención) a ser feliz, que todos tienen derecho a ser felices.
No lo creo.
Creo que hay que merecerlo, que sólo las buenas personas son dignas de ello, porque felicidad debería ser premio ganado. Debería, si existe justicia.
Y yo ni siquiera tengo un trabajo ahora, me puedo mantener a mí mismo... Es posible que incluso algunos se tomaran a mal que yo no sufriera más, que no viviera tan amargado como corresponde al que no hace todo lo que está en su mano para dejar de ser peso. "Consigue un trabajo!", dicen si te ven demasiado contento (no vayas al cine, no compres libros, no bailes, no cantes....)

Segunda pregunta:
- ¿Puedo ser feliz?
Y lo que realmente me pregunto muy a menudo es si tengo capacidad para serlo, si está en mí o no, que tengo rotos los mecanismos que veo que les funcionan a otros: no disfruté con mis hijos cuando eran pequeños y aún ahora me cuesta (y me digo "todavía no" porque siguen sin ser adultos de los que no preocuparse, de los que ya no suponen la carga de su crianza, la responsabilidad y la obligación, de los que ya están en disposición de enseñar y no sólo necesitados de aprender).
Muchas veces me cuesta encontrar el verdadero placer en los amigos, tal vez porque tengo muy poquitos, porque son limitados en su alcance y compromiso, o, seamos sinceros, porque no he construido con ellos esa magia benéfica del afecto y la comprensión, no me he ganado en realidad su respeto o su confianza. Y no es sólo cuestión de mala suerte, sino de mis propias imperfecciones: mi falta, no la suya.
Y con el resto de la humanidad, echo de menos la sinceridad de mi afecto (eso sí, no pocas veces finjo con acierto), o la del suyo, o pienso que todos son compañeros de vagón de tren y se irán sin pensarlo dos veces después de que pase el momento que nos unió, o dejan de interesarme porque hay pocos que hablen y digan cosas realmente interesantes a cuasi desconocidos. Lo más normal es que la gente me aburra en dos patadas, y eso también es culpa mía que no sé sacarles la historia que llevan dentro, la que da origen a canciones y a películas de hermoso sentimiento...
Y en el otro extremo, en la última Feria de Jerez, un hombre con el que había coincidido en una ocasión, me saludó con un cariño que parecía genuino y profundo, y me desarmé por dentro: ¿cómo podría corresponder yo a esa gentil caricia de su afecto inmerecido? y, de qué puñetas podía yo hablarle a éste que ahora me miraba con esos mismos ojos entrañables que tiene un perro bueno (y si hay alguien puro e inocente es un perro de buen corazón), cómo pagarle, cómo estar a la altura de ese regalo?

No sé si sé ser feliz. Y lo único que me salva del cutrerío absoluto es que me veo incluso peor de lo que veo al peor de los otros. Como el viejo que no sabe moderar sus modales malhumorados para recibir de vuelta el trato que necesita para salir de su hoyo de miopía, sordera y soledad....

- Pero debo ser feliz. Porque el mundo no necesita más mal rollo, ni un quejica más, ni otra sombra que se sume al sombrío ejército de almas penando y haciendo penar (¡qué molestas las ánimas, con su eterno arrastrar de cadenas!, ¡así no hay quien duerma!)... Porque se lo debo a los que tengo cerca: a los amigos que asombrosamente lo sean, a mi mujer, a mis hijos, a todo ser humano....
Es un imperativo moral, javierano si queréis: "que donde haya tristeza yo ponga alegría".

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Y luego concluyo, que no sé por qué me tengo que preocupar por merecer ser feliz o por ser capaz de extraer felicidad de lo que me rodea, porque deba o no, merezca o no, sepa o no, la felicidad vendrá como vienen las lluvias, como se suceden las estaciones, como ciclo o como evento aleatorio, sin razón, sin sentido, sin lógica ni intención. Me atravesará de pronto una mañana o una tarde o una noche, ahora o dentro de una semana o un mes. Como un fantasma, como un viento, como un sol que brilla de repente, como un sueño. Músculo involuntario, reflejo sin conciencia, felicidad sin alma....

[y en honor a algo que comentó Doctora en el blog de Speedygirl, he buscado imagen de felicidad para acompañar esta absolutamente inútil reflexión:]


21 de mayo de 2013

La monomanía en que dominan las afecciones morales tristes - Defensa del vencido por la melancolía, una cita y una selección musical

Así define la melancolía la RAE.

¡Qué feo! 

No le hace justicia a la palabra: no parece corresponderse con ese sentimiento romántico que mezcla tristeza con belleza, ese ansia sin nombre, ese dolor asordinado, ácidas agujetas del alma, esa añoranza... Ese moco.

Porque la melancolía es como el moco al que el conductor de al lado da forma con sus dedos gordos, como cuenta del rosario de su vulguridad (que cuente como cita by rafarrojas).

No, ya sé que tú no haces esas cosas. Es el del otro coche, no tú. Ya sé...

Pero míralo: ensimismado pero concentrado a la vez gracias a esa bolita irregular, mantra de su vida ordinaria que nunca será otra cosa que ordinaria, producto de la expresión de sus excrecencias en despaciosa fábrica, mixtura del polvo de sus manos, de la tinta del boli con que escribe sus notas que no interesan a nadie, de los ácaros de su piel lejos de ser tersa. Basura, sí, pero basura propia: su basura!, hija de lo que ha tenido que tragar en su día monótono y sin sentido, de lo que seguirá tragando hasta el fin de sus días. Y siente a nivel inconsciente un blando afecto por ese fruto de sus entrañas, que aunque pierde su humedad, la consistencia elástica de la posibilidad, por momentos, al mismo tiempo se refina en esa lenta rotación del pulgar y el índice la esencia de su triste historia en una pelota progresivamente dura y negra, la forma definitiva, la perfecta esfera.... Una trufa, el tesoro del cerdo, la exquisitez del gourmet coprofílico.

[ya lo decía la canción: “...lo redondeo, lo miro con deseo”]

No es casualidad que en los libros clásicos se hablara de que tal o cual personaje estaba “aquejado de unos humores” porque antiguamente con humores se referían a cada uno de los líquidos de un organismo vivo. Humor melancólico, destilado de otoño, y ocaso, y jardín abandonado, de todo lo que es pérdida, despedida, soledad, olvido... el tendero que finalmente se da por vencido y cierra su chiringuito cuando el sol se pone ante la futilidad de seguir esperando a que llegue alguien a hacerle gasto,...

Así me siento.

Lo sé, me enrollo mucho. Es otra característica de la melancolía. Las moscas no salen por el lado de la ventana abierta no porque sean tontas (bueno, también) sino porque prefieren alentar el deseo de libertad que afrontarlo, la frialdad del cristal que el calor del verdadero sol... La melancolía tiene ese peligro. El carrilillo de la ventana está lleno de cadáveres de moscas vencidas por la melancolía, muertas deprimidas.

Hace poco volví a ver “Un par de sinvergüenzas”, esa peli en la que Michael Caine decía “de joven era pintor, escultor y musico. Habia un solo inconveniente: No era demasiado bueno. De hecho, era de terror. Llegue a la frustrante conclusion de que tenia gusto y estilo, pero no talento”.

La melancolía es el premio de consolación del que aprecia el arte de la vida pero no tiene ningún talento para crearlo por sí mismo, el pálido reflejo de la emoción o su recuerdo. Tiene su punto bonito.

Haré ahora como aquel que no sabe contar chistes y acude al primo que tiene tanta gracia (eso dice) y dejaré que sean otros, música en películas, las que os describan esa belleza pegajosa y traicionera, miel-ancolía.



Una versión de la canción de Burt Bacharach para la peli "Alfie", cantada por una ex-Bangle, Susanna Hoffs, en la de Austin Powers (nunca sabes donde vas a encontrar estas cosas).



Encantada, peliculón (así de cursi soy), totalmente romántico y con final feliz, los que se quieren pero no pueden estar juntos.



 Rita Coolidge le puso banda sonora a Splash, un curioso éxito de taquilla del 84, en la que los amantes lo son como de siempre, eso que siempre has sabido que te falta y recuerdas como en un sueño.



Franco Nero le cantaba a Vannesa Redgrave en Camelot que nunca la podría dejar, que esos breves momentos de felicidad robada eran su vida. Peli de Joshua Logan con música de Frederick Loewe, basada en un libro que me encantó y que también sirvió de base para la peli de Disney Merlín el Encantador (así de bueno era el libro) de Terence Hambury White.



 Pura melancolía, la del padre que piensa en las hijas que se van yendo, y sobre todo en la última, su pajarillo.... John Williams puso la orquestación en el 71 para este Violinista en el Tejado que hizo que deseara ser judío, y ya puestos a pedir, ser Zero Mostel y su personaje: bueno, amable, entrañable.



Cada vez que oigo la voz de este niño-ratoncillo de Spielberg echando de menos a su hermanita se me saltan las lágrimas. La canción que a mí me parece preciosa y triste es de James Horner, del que hablaba hace unos días en parecidos razonables.



La melancolía es calor y frío a la vez: Vicente Minelli, en el 44, Cita en San Luis. Su mujer, Judy Garland, canta ese villancico absolutamente melancólico, como quien cuenta una esperanza que no acaba de creerse.



Y para terminar este cheesy-tacky-lame repertorio, lo de Zefirelli, en el 81, que canta Diana Ross. ¿Os hacéis una idea?

15 de mayo de 2013

¿Dónde están los hombres?

Revisando ahora los nuevos capítulos de Warehouse 13, la peor de las tres series "hermanas" de Sci-Fi y la superviviente (las otras dos: Eureka, de mis favoritas, y Alphas, que tuvo ese final precipitado que de tan abierto era un agujero negro que absorbió la propia historia sin dejar ver la luz), me encuentro con un personaje, Pete, un tío de constitución robusta... y al que le han puesto como características ser como un niño (frente a su compañera Mayka que por supuesto habla mil y un idiomas, es inteligente y reflexiva, etc). Pero, sobre todo, tan metrosexual que es casi lo siguiente.
Ahora tal vez debería callarme.
La prudencia dicta que me guarde mis opiniones, porque pueden ser fácilmente interpretadas (y condenadas) como propias de un machista del siglo pasado (en mi defensa, no está tan lejos y yo he vivido más tiempo en ese siglo que en éste).
En esa guerra que se libra hoy en día, guerra de memes (memos y memas), guerra de propaganda donde para defender supuestamente la igualdad de sexos se discrimina (oh, sí, "positivamente") a uno de los dos, guerra económica que beneficia a la industria armamentística (y es de armas que no disparan balas, sino cursos y jornadas y panfletos de "sensibilización" y "concienciación" para nosotros, pobrecitos y bestias), esa Industria del Género que permite que gente con absoluta falta de talento (y/o probablemente de escrúpulos) como Bibiana Aido consiga un trabajo fijo y super bien pagado (ya hizo que su Misterio, que no Ministerio, gastara el dinero de todos en la organización mundial que luego la ha contratado... de bien nacido es ser agradecido), esa industria que por ejemplo financia los festivales de cine de otros sexos, porque si no los financiamos lo mismo no ganan lo suficiente para existir por sus propios méritos.... en esta guerra, caza de bruj@s, por cambiar los constructos sociales que son género (que no sexo), hay bajas continuas entre la población civil y no me refiero a las víctimas de violencia machista, que insisto no sé porqué reciben más castigo que las víctimas de violencia de otro sexo,... ¡ah!, ¡sí!, por dar castigo ejemplar, que no es lo mismo que justo castigo (seguro que una estadística nos mostraría que la mayoría de los crímenes los cometen gente de ojos morenos, así que vamos a castigar ejemplarmente a ésos con penas mayores de lo que castigaríamos a los criminales de ojos azules, vale?), en esa guerra que enfrenta a mujeres contra hombres, a los pacíficos, a los que realmente quieren la igualdad (ni más ni menos, eso es la igualdad) sólo les queda la opción de aceptar el rol que ha sustituido al viejo rol, resignarse a ese papel servil y subordinado de la nueva masculinidad que en realidad es la vieja femineidad con más pelo en las piernas (no mucho más): ahora el hombre es como aquel retrato de la mujer de los cincuenta, más tonto que su contrapartida sexual, el nuevo género dominante, más incapaz, más desastre... ¡si hasta lucha peor en las películas de acción!... Eso, o ser ridículo atavismo, el "hombre de pelo en pecho y mear en pared" de Vaya Semanita, objeto de burla, o peor, miserable. enemigo de la igualdad (pero para mí que nos quieren vender la fórmula del cerdo de Orwell en Animal Farm  "todos somos iguales, pero unos son más iguales que los otros... y, tú, chato, sólo eres un hombre" ).
¿Qué modelo les queda hoy, qué modelo han dejado para los chicos? Cada vez hay menos héroes y más heroínas. El nuevo modelo se limita a decirles a los hijos esto no, esto no, esto no... y luego repite ella son más listas, ellas valen más, ellas deberían gobernarte porque tú eres cortito y sólo piensas con eso que rima... El nuevo modelo es un hombre cursi y hasta servil en su deseo de mostrar que tiene sensibilidad y sentimientos, "lo que diga la rubiaaaa" que decían en El Informal, lo que le digan las mujeres (y sí también los hombres) de esos comités de limpieza política.
El hombre totalmente hombre es un objeto de Warehouse 13, antigüedad peligrosa que debe ser encerrada bajo llave forevermore.

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p.d. y por darle al césar lo que que es del césar y a la emperatriz lo que es de la emperatriz, digamos que yo tengo 8754 defectos conocidos según mi último recuento, pero que entre ellos no está haber dejado de ser totalmente un hombre, hasta la patética médula, hetero hasta la muerte (y salidorro para más señas). Esa suerte que tengo (... y si mala o buena ya me lo diréis toosytoas).