19 de octubre de 2010

El periodista que no leía los periódicos

Ése soy yo, y como todos los patanes hago vanagloria de mi condición, apología de mi ignorancia. Lo mejor es no saber. O no, no... No quiero decir eso. Quería decir: Es mejor tener la certeza de que no se sabe, que es principio de sabiduría socrática.
Hay otros que leen mucho y al final no saben tanto (o saben nada), tal vez porque para que eso funcionara, tendrían que leer, no mucho, sino TODO. Y hay quien sostiene que en España no existe pluralidad de medios: es todo de derechas, incluso los de izquierdas.
Prisa ha sido durante mucho tiempo un monopolio, entre El País, la Ser, la CNN, Canal Plus.... Progres tipo "Eva al Desnudo", que apoyaron a los gobiernos socialistas hasta que se vieron con fuerza propia suficiente para poder ser ellos el gobierno socialista sin el gobierno (Gomaespuma hacía la pausa publicitaria diciendo "y ahora vamos a dejar que Polanco haga caja"... claro que nunca se es del todo fuerte, o suficientemente fuerte, porque si hay algo que saben los medios es que sólo vales lo que vale tu última noticia, exclusiva, scoop... Así q de vez en cuando vuelven a hacerle la rosca, la pelota, y otras redondeces a los guays en el poder)
Luego están ABC, La Razón y semejantes (¿El Correo?), los periódicos de la juventud-sana-que-huele-a-rancia, el diario del abuelo facha, que tiene una línea editorial que recuerda el estilo de los Papeles Póstumos del Club Pickwick
A SABER (UN EJEMPLO DE ESTILO):
"No se cuidó Mr. Stiggins de poner en guardia a sus oyentes contra aquellos falsos profetas y pérfidos detractores de la religión, que, sin sentido bastante para propagar las doctrinas fundamentales ni corazón para abrigar sus esenciales principios, resultan más peligrosos para la sociedad que los ordinarios criminales; contra aquellos que, imponiéndose, como ocurre fatalmente, a los débiles y a los indoctos, proyectan el desdén sobre lo que debe ser más sagrado y mancillan en cierto modo el prestigio de las grandes colectividades integradas por individuos de sanas costumbres que pertenecen a sectas excelentes y que profesan respetables credos". (de la obra citada, volumen 3, que por cierto puede ser descargada en un sitio que os dejo para que lo apuntéis http://libros.literaturalibre.com/los-papeles-postumos-del-club-pickwick/, donde hay libros gratis para descargar en pdf).
Luego los Randolph Hearst españoles, ciudadanos Kane, que mantienen eso de "no dejes que la verdad te estropee una buena noticia" y que suelen ser listos, muy listos, y tener pocos escrúpulos (¿muy pocos?). Y esos son amos del toreo político, que lidian con lo que les echen, y reyes de la exclusiva, los que "destapan" las noticias, habitantes de la "conspiranoia" (como la tituló el periodista Enrique de Diego), los que tiran de la manta, dan al ventilador, desvelan tramas y "algo huele a podrido en Dinamarca"....
Porque los periodistas tienen tres amos, y en vez de Cuarto Poder, podrían ser llamados Los Manda'os Cuatro Veces.
1. Están sus lectores, el público, que según las películas "tiene derecho a saber", ese público "al que tanto quiero y tanto debo" que decían las folclóricas.... Aquellos para quién escribimos (en teoría).
2. Están los jefes de sección, de área, el redactor-jefe, que uno aprende si quiere trabajar más o menos de qué pié cojea y qué noticia o cómo se plantea una noticia para que llame su atención, despierte su interés. Salvando las distancias, es como aquel profe de lengua que tuve que siempre ponía como deberes la misma redacción aunque aparentemente fuera distinta: la cerilla, .... la cerilla de la vida, que se enciende y luego se apaga.... la escalera... la escalera de la vida, que primero se sube y luego se baja... la comida, la comida de la vida que primero se sirve y luego se consume.... etc.... Lo que sea "de la vida" que primero sí y luego nada, sic transit. Por ejemplo, ¿cómo le gustarán las noticias a Pedro Piqueras? En mi opinión, que no es precisamente buena, mira a qué le da cancha: carnaza, morbo, y todo con cara de "siento tener que hablar de esto, pero voy a hablar de esto"...
3. Y están los anunciantes. El otro día hablaba de uno de los dos periódicos locales del pueblo, un paso más allá de la hoja parroquial. De ese medio, conocí el práctico sistema siguiente: contrátame publicidad para una página y yo te haré una entrevista a medida, sólo para tu especial lucimiento, en otra. O dicho de otra forma, tú sueltas pasta y yo elaboro algo que puede pasar como información, pongo como si fuera información, y en realidad es publi-reportaje. Pues si huele como un perro, anda como un perro y ladra como un perro... digo yo, que es un perro.
Cuando curraba de becario en ABC de Madrid, quedé con un director, presi, de una compañía de informática. Tras una charla de una hora y algo, llegué a la conclusión de que no me había contado nada que no hubiera contado ya en una rueda de prensa reciente. Me estaba vendiendo la misma moto de los mismos productos de los que ya había hablado todo el mundo (incluido yo mismo). Se lo dije así, que si no me daba nada no podía sacar nada.
Creo que pasó un día o dos y ese ejecutivo llamó a mi jefe, el del área, mi admiradísimo Amancio (tío estupendo donde los haya, a quiet man, un pe'azo periodista.... lo que me hubiera gustado tal vez llegar a ser): Que me había dedicado tiempo y yo no había sacado nada. Amancio me preguntó. Yo le expliqué. Con cierto pudor me dijo "monta algo, cuéntalo de forma distinta... pero cuenta algo, que estos son muy buenos anunciantes".
Así que el cutre diario local y el periódico de solera nacional están igualmente, en mayor o menor medida, con mayor o menor elegancia, obliged que dicen los ingleses. Poderoso caballero.
4. Y luego está uno mismo, al que traicionan continuamente las palabras, y las reacciones, y en general le traiciona todo (hasta el cuerpo que pide ir ahora al baño.... )
PAUSA
...ya.
Decía que leer como hacen mis doctos amigos, Mario y Luis, prensa oficial del movimiento y del contramovimiento, la oficial y la alternativa, el medio vendido al oro de Moscú o de Washington (Washington, Washington, que pareces Zaragoza) y luego el otro, el altruista que se juega el tipo y el dinero para que los humanos sepan "están entre nosotros". Pero yo, campeón de los iletrados, adalid de los memos, mantengo empecinado que leer casi todo no te convierte en un sabio, ni siquiera te ayuda a corregir nada de la vida, ni te da poder. ¿Información es poder? Nah, no lo creo.
Mi amigo Mario lee tres diarios, creo, y visita páginas web de las que ofrecen esa versión que los medios no dan, la verdad verdadera, la verdad que está ahí fuera, pero es aguja en un pajar y es un pajar de agujas, de versiones, todas muy respetables.... "Bueno, no comparto tu opinión, pero la respeto", dijo Galileo cuando le informaron de que la tierra era el centro del universo. Creo que además esa noticia salió en todos los periódicos del momento "¡¡¡Extra, extra, científicos demuestran que el sol gira en torno a la tierra, extra!!"
Y esta mañana veo algo que me da la razón, que justifica mi insistencia de permanecer fuera de ese lío enmarañado que llaman información: titular de La Razón "Rajoy pone firmes a los nacionalistas y rompe con CC". De Público "Rajoy pierde un gobierno". El Periódico "Zapatero descoloca a Rajoy al superar los presupuestos".
Así que, Rajoy ¿gana o pierde? Zapatero ¿es guay o metaguay (lo que hay más allá, o antes, de guay)? El gobierno ...¿es gobierno?


Yo no leo los periódicos. Otra cosa no, pero sé perder el tiempo de mil formas distintas a cual más entretenida (más que leer el folletín de turno).

Y sé ya que no es la Tierra el centro del Universo.

Lo soy yo.


P.D. - Si a pesar de mis avisos y consejos seguís empeñados en ese ejercicio de autodestrucción que es leer la prensa diaria, os interesará esta dirección: http://kiosko.net/es/

3 comentarios:

  1. pues te recomiendo el libro "Desinformación", de Pascual Serrano, precisamente sobre el tema del que hablas

    saludo,

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  2. Me encanta la sentencia lapidaria con la que empiezas la entrada :D

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  3. Eres voraz. Te comento en esta entrada aunque he leido muchas.

    Es todo un honor que me leas.
    Me gusta muchisimo, de veras.

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