TRABAJO
Sólo el hombre es capaz de fabricar el cepo que le atrapa,
como el marino castigado a corchar el gato
con que le azotarán la espalda desnuda,
su propio gato de nueve colas.
El hombre es el gato que castiga un hombre atándole a la cola
como un cepo, latas
(pesadas, sonoras, horrísonas).
Corre el hombre, el gato,
corren, como almas que lleva el diablo,
con el trabajo atado a su espalda, la nómina.
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Y ahora, la explicación (sobre todo porque odio leer poesías que no entiendo y supongo que eso le pasa a todo el mundo). Y en realidad son dos explicaciones, la primera lingüística:
En la Armada inglesa antiguamente se castigaba a los marineros azotándoles con un látigo. Uno que se ha hecho famoso es el llamado "gato de nueve colas". Los látigos eran sogas trenzadas y se les quedaban como flecos que se llamaban colas. El colmo del posible castigo era hacerte fabricar el látigo con el que te iban a dejar hecho unos zorros. Una putada sólo comparable a la costumbre de la Stasi de cobrarle a la familia el precio de la bala con que disparaban por la espalda al que intentaba saltar el Muro de Berlín.
Ah... y a ese trabajo de trenzado de la soga se le llamaba "corchar" o "colchar".
La segunda explicación es la súbita revelación que he tenido de la insidiosa trampa de la socialización y el aburguesamiento. ¿Por qué curramos? Para sacar pasta, sip. Para pagar nuestro tren de vida (que nos hemos impuesto a nosotros mismos en primer lugar). ¿Por q´usamos vehículo propio y no transporte público: autobús, tren, ...taxi incluso? ¿y andar? Y si tenemos uno propio, ¿para qué queremos ése que o lo controlas o corre a más velocidad de la permitida? (porque el bmw moooola) ¿Para qué libros?: biblioteca pública. ¿Para qué música?: youtube. Etc... Diógenes, un buen día, se dió cuenta de que no necesitaba el cuenco que tenía para beber (su única posesión, salvo el tonel y ése era arriendo y probablemente lo consiguió a través del periódico que lo anunciaba como "piso económico sin amueblar. Con vistas"), Diógenes se percató de que podía beber directamente de la mano. Experto en optimización era Diógenes, pero no buscaba trabajo como tal.
Tenemos, lo pienso muchas veces, una serie de imágenes en la cabeza que intentamos realizar. La puta socialización dice que tienes que casarte, tener hijos, tener un trabajo, madurar... Si no tienes alguna de estas cosillas no puedes (no debes) ser feliz. Recuerdo a una amiga que lloraba porque no podía tener hijos. Lo intentaba pero nada. Un buen día tuvo el primero y luego el segundo. Y lo que ha gritado a sus niños desde entonces, y lo amargamente que se queja de su tarea de madre..... Cuántos infelices burgueses hay por ahí, casados con hijos con trabajo maduros.... Somos (me incluyo) gilipollas.
O no.
¿Quién sabe donde?
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¿Pero dónde leches está? La maldita puerta, la del texto de arriba, la que
--estoy de acuerdo con A J-- debería aparecer en algún momento. ¿Dónde
c*j...
Hace 1 día
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